La fuga de un rehén, ayudado por su custodio, se suma a una racha de golpes a la guerrilla.

Óscar Tulio Lizcano no paró de gritar, pero militares al otro lado de un río no le prestaban atención. Confundieron al fugado de la guerrilla con un borracho. Solo cuando levantó un fusil que llevaba su acompañante rebelde, quien además le sostenía al caminar, los militares cambiaron de actitud.

Lizcano tuvo que ser sacado en una canoa mientras en otra embarcación se trasladó Wilson Bueno Largo, Isaza, el rebelde que desertó y lo ayudó a escapar, según un video que divulgó ayer el canal RCN.

Tras llegar a la orilla, donde era esperado por militares, el político, con sus ropas raídas y enfangadas, tuvo dificultades para ponerse de pie, y fue sacado de la embarcación por dos soldados, uno de ellos que terminó por llevarlo en hombros por un sector empinado.

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Isaza, que perdió un ojo durante combates con el Ejército hace cinco años, intentó evadir la cámara cubriéndose esa parte del rostro con una toalla.

Con la fuga de Lizcano, el grupo de secuestrados que las FARC considera “canjeables” por guerrilleros presos se redujo. Desde comienzos del 2007 las FARC han perdido 24 de los 50 rehenes que pretendían canjear por 500 rebeldes presos. Seis fueron dejados en libertad por la guerrilla entre enero y febrero como un gesto hacia el presidente venezolano, Hugo Chávez. Otros 15, entre ellos la ex candidata presidencial Íngrid Betancourt y tres estadounidenses, fueron rescatados el pasado 2 de julio en la llamada operación Jaque por el Ejército, y tres más escaparon.

La guerrilla también sufrió la pérdida en marzo de tres de los siete integrantes de su cúpula, entre ellos el fundador Manuel Marulanda; el número dos, Raúl Reyes, e Iván Ríos, asesinado por su lugarteniente Rojas, quien le cercenó una mano para cobrar la recompensa. 

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También se han multiplicado las deserciones entre los combatientes más expertos.

León Valencia, un ex dirigente de la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), cree que tras el éxito de la operación Jaque se esperaba una desbandada en las FARC que no ocurrió, pues la guerrilla se reorganiza y aunque vive una transición en su línea de comando “estarán aquí en el 2010, sin duda”.

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Por el contrario, el vicepresidente de Colombia, Francisco Santos, aseguró que la huida de Lizcano muestra que las FARC “está en su peor momento” y que “en cuatro o seis años” pueden quedar liquidadas.

Cifras
La guerrilla, según el Ministerio de Defensa, tiene unos 9.000 combatientes y entre 350 a 700 rehenes.

Enfermo
Óscar Tulio Lizcano fue llevado a una clínica de Cali, donde permanece sometido a análisis. Según un comunicado del centro hospitalario, el ex rehén presenta anemia, signos de mal nutrición e infecciones parasitarias.