Incalculable número de  muertos y heridos, abandono en masa de las poblaciones, desolación en los campos, miseria en las familias, desesperación y sangre... Así era la situación de las zonas fronterizas del Ecuador en los años de conflicto con el Perú, según lo describe Eduardo Muñoz Borrero en su libro  El Palacio de Carondelet.