Petroamazonas decidió paralizar cualquier tipo de actividad petrolera en Pañacocha, ubicado a 35 kilómetros de la comunidad Kichwa de Playas de Cuyabeno, hasta que el Estado concluya  las consultas previas a todas las comunidades supuestamente afectadas.

“Les garantizo que no se desarrollará el proyecto Pañacocha si no hay un acuerdo (…). El Estado tiene que resolver este tema, no es de Petroamazonas únicamente”, señaló Wilson Pástor, gerente de la petrolera.

La socialización del proyecto y las consultas previas por parte de varias instituciones lideradas por el Ministerio de Ambiente para  fase de ejecución del proyecto, iniciaron  ayer con las comunidades de Sushufindi y se mantendrán por una semana, hasta el 21 de octubre.

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El gerente de Petroamazonas denunció que detrás  del problema existen “intereses particulares”, señalando a la compañía Alian Petrol (un grupo de inversionistas americanos y dos compañías nacionales) cuya propuesta para desarrollar el proyecto Pañacocha bajo la modalidad de titularización de las reservas fue descartada hace un año por el Gobierno.

Los dirigentes de Playas de Cuyabeno se trasladaron ayer hasta Quito para pedir el apoyo de la Conaie, cuyo vicepresidente, Miguel Guatemal, solicitará la intervención de la alta comisionada de la ONU para la protección de los derechos indígenas.

La dirigente Karen Chávez anunció que no dialogarán con Petroamazonas si antes no nulita el acuerdo firmado con Santa Elena, a la que consideran una “comunidad fantasma”.

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El presidente Bercelino Noteno denunció que la petrolera dividió a la comunidad kichwa, negociando solamente con seis familias (Santa Elena) y que Wilson Pástor le amenazó con pasar una boleta de captura para todos los presidentes de las comunidades que estaban en contra.