Nació en Maracaibo, Venezuela, el 24 de octubre de 1768. Fue miembro del batallón realista Primero de Numancia que servía en el Perú, pero cuando las autoridades españolas descubrieron su simpatía por la causa revolucionaria ordenaron al joven oficial su regreso a la patria natal junto con sus compatriotas los capitanes Miguel Letamendi y León Febres Cordero, expulsados por similar actitud. Durante ese viaje coincidió en Guayaquil  cuando nuestros próceres planificaban el golpe final de la revolución por la independencia de la ciudad.

Desplegó una meritoria actividad y merced a su entusiasmo y experiencia militar, el patriota Francisco de Paula Lavayen avanzó a tomar la batería Las Cruces, al sur del Puerto Principal, en la madrugada del lunes 9 de Octubre de 1820. Luis Urdaneta Faria y Faria peleó en el sitio Camino Real de la actual provincia de Bolívar el 9 de noviembre de 1820 y Huachi, donde las tropas independentistas sufrieron un descalabro. Bajo las órdenes de Antonio José de Sucre participó en la campaña del interior que culminó el 24 de Mayo de 1822 en las faldas del Pichincha. Igualmente protagonizó otros episodios de suma importancia para esta metrópoli y la naciente república del Ecuador.

Tomó parte activa en insurrecciones y actividades que se hicieron en contra del gobierno colombiano, por lo que fue expulsado a Panamá, donde murió el 27 de agosto de 1831. La gratitud guayaquileña perpetuó su nombre en centros educativos y una calle.

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VALORACIÓN
“La revolución de Guayaquil tuvo prolongaciones externas de gran eficacia, y vino a sumarse, por tanto, a los principales factores de triunfo continental. Tanto Bolívar como San Martín apreciaron, en el acto, la importancia del suceso”.
Óscar Efrén Reyes,
historiador y académico
tungurahuense.