¿El crash de qué dijo? Por supuesto, que los más insospechados analistas contribuyen a mantener ese disparate con sus comentarios sobre el “capitalismo salvaje” o la “economía excesivamente desregulada” que habría predominado en la era Bush (¡¿?!). Los análisis que van más allá de las frasecitas demuestran que, en realidad, la crisis es producto del intervencionismo, de la excesiva regulación y del abandono de la esencia del capitalismo liberal.
¿Cómo empezó la cuestión? El presidente Franklin D. Roosevelt, que convirtió el pánico de 1929 en la recesión de una década, creó una institución conocida por el simpático acrónimo de Fannie Mae (Federal National Mortgage Association), que descontaba las hipotecas que los bancos concedían para obtener vivienda, con lo que la banca privada se veía estimulada a financiar la adquisición de casas, porque además Fannie garantizaba el pago. Las hipotecas luego eran revendidas por la entidad estatal a inversores privados. En 1970 se creó otra entidad de nombre amigable, Freddie Mac (Federal Home Loan Mortgage Corporation, Fhlmc) con una estructura similar. ¿Es esto “capitalismo salvaje”? Si lo cree así, no nos vamos a entender y no sigamos.
Las dos entidades fueron privatizadas, pero con el criterio menos capitalista posible, pues si bien pertenecían a accionistas privados, tenían garantías estatales casi ilimitadas. Esto les permitió lanzarse a conceder crédito sin ningún cuidado, porque total Papá Estado las salvaría en caso de emergencia. La mitad de las hipotecas de Estados Unidos opera bajo los sistemas de Fannie y Freddie. Cuando los deudores no estuvieron en capacidad de pagar, las empresas que aseguraron los créditos tuvieron que responder, generando el colapso general del sistema financiero y de seguros… y bueno, ya ven cómo evoluciona el problema.
Mientras tanto, la Federal Reserve (FED), la entidad que imprime los dólares, redujo desde el trágico 9/11 las tasas de interés para evitar una posible recesión. Inventaron así las tasas subprime, que permitían a los bancos conseguir dinero a intereses muy bajos. Los banqueros no encontraron mejor negocio que conseguir dinero casi regalado de la FED y prestárselo al que asome para que se haga casita. Así se generaba vivienda, empleo, se activaba la economía y, sobre todo, se generaban más impuestos para el insaciable fisco. Pero la inflación internacional de los últimos meses dificultó que los deudores menos solventes pudiesen pagar sus hipotecas… y bueno...
Entonces, ¿qué ha causado el crash? No el mercado, no las políticas liberales, no el “capitalismo salvaje”. ¡No! Han sido las políticas “sociales”, la emisión incontrolada de dinero, la pretensión de resolverlo todo desde el Estado... es decir, lo que por estos lares llamamos socialismo del siglo XXI.