El enorme déficit que hay en la pro forma presupuestaria que está en $ 2.359 millones y que se acrecentaría si se incluyen los gastos generados por los ofrecimientos del proyecto de la nueva Constitución, así como la falta de ahorro interno, desembocarían a futuro en una salida de la dolarización, según el vocal del directorio del Banco Central, Marcos López.

Jaime Carrera, del Observatorio de la Política Fiscal, coincide en que el manejo actual de la economía está conduciendo a la salida de la dolarización: “aunque no podemos saber cuándo, nos damos cuenta que lo que está sucediendo, nos lleva por ese camino”, dijo.

Para Carrera la tendencia del gasto fiscal no es sostenible en el tiempo y solo podrá hacerlo con emisión de billetes. Adicionalmente, la economía está viviendo la restricción de dólares por falta de inversión extranjera, de créditos externos y la baja de remesas de migrantes.

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Las condiciones están dadas, advierte López, si se toma en cuenta que el proyecto deja una puerta abierta a la salida de la dolarización, cuando se establece en las funciones del Banco Central que tendrá funciones cambiarias y monetarias.

De acuerdo con López, que explica que su pronunciamiento es personal, pero que habla ahora porque no quiere ser cómplice de lo que puede suceder, los derechos constitucionales enmarcados en el proyecto de nueva Constitución son exigibles de manera inmediata si es aprobada.

En ese sentido, el Gobierno requerirá recursos de manera inmediata. La ex ministra de Finanzas, Wilma Salgado, había establecido el costo de la nueva Constitución en unos $ 2.000 millones sin clarificar en cuánto tiempo. Ante ello hay caminos para intentar nivelar el presupuesto.

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Según López, uno es eliminar los subsidios, pero no está en los planes del Gobierno; también podría optar por más endeudamiento, que no sería tan fácil conseguirlo debido al clima de desconfianza que hay por anuncios del no pago de la deuda. Otro sería mejorar los ingresos, pero la economía ecuatoriana está atada al petróleo y a la volatilidad de su precio. La cuarta salida posible es la desdolarización, pues con moneda propia se puede emitir más billetes y por lo tanto, cubrir de manera ficticia los compromisos.

Para Carrera, otro factor que afecta la vigencia de la dolarización es la falta de competitividad de las empresas, pero sostiene que la actual situación de la economía obligará a estas a cerrar o eliminar plazas.