En una mañana fresca,  con olor a río, árboles e historia,  estudiantes, profesores y ciudadanos babahoyenses  asistieron a la reinauguración de la casa del poeta José Joaquín de Olmedo. Con sorpresa, los asistentes contemplaron el inmueble restaurado, que por más de cinco años permaneció cerrado, ya que parecía caerse a pedazos.