Estados Unidos

Wall Street reaccionó positivamente ayer al plan del Gobierno estadounidense para rescatar a las gigantes empresas hipotecarias, Fannie Mae y Freddie Mac, con la esperanza de que la medida dé un alivio temporario a los problemas que agobian al mercado inmobiliario y de crédito.

Sin embargo, analistas creen que el rescate de las dos mayores hipotecarias de EE.UU., que podría ser el más costoso de la historia, era un síntoma del delicado estado de los mercados de capital a más de un año del comienzo de la crisis subprime.

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La reacción en el frente hipotecario fue favorable. Las tasas cayeron con la esperanza de que ahora que el Gobierno asumió el control, las compañías podrán seguir suministrando fondos para dar créditos hipotecarios y apuntalar al mercado inmobiliario.

En los mercados bursátiles, las acciones recibieron la noticia con euforia. Sin embargo, las acciones se hundieron, mientras su deuda subió, porque los inversores apostaban a que la toma de control barrerá a los accionistas, pero garantizará sus bonos.

La noticia del salvataje elevaba la esperanza de que el plan del Tesoro para adquirir a las firmas, que juntas respaldan unos $ 12 billones en hipotecas, podría poner al menos un piso temporal para los mercados.

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“Este es el mayor acontecimiento en mis 21 años en el negocio”, comentó Arthur Frank, director y jefe de investigaciones de títulos respaldados por hipotecas de Deutsche Bank.

Pese al entusiasmo inicial, también había una fuerte dosis de escepticismo. En Wall Street, muchos dijeron que la compra de las firmas era solo un síntoma de la pésima situación de los mercados de créditos.

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Cifras

$ 1.000
millones.
La Oficina del Tesoro de EE.UU. cubre este monto por la participación accionaria de las dos hipotecarias que captó.

20
puntos.
Tras la captación de las hipotecarias, el diferencial de riesgo respecto de los bonos del Tesoro se redujo en al menos 20 puntos básicos.