Sus actividades favoritas: escoger el arroz cuando su familia prepara el almuerzo y sentarse a leer el periódico, diariamente  sin lentes.

Viuda de Ignacio Véliz Gordillo, un comerciante mayorista de ganado, apenas se casó llegó desde su antigua barriada de las calles Bolivia y Lorenzo de Garaycoa (El Astillero) al naciente barrio Cuba, del que se considera fundadora y pionera de su desarrollo.

Con orgullo comenta que su hija Domitila Julieta Farfán Véliz fue la primera reina que tuvo ese tradicional sector sureste de la ciudad.

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 Rosa María Véliz expresa felicidad al mostrar la amplia sala de su chalé ubicado en la avenida Domingo Comín entre Chambers y Limbert. Allí, entre esas acogedoras y frescas paredes de madera, ella pasa sus días en medio de recuerdos y el cariño de su familia, que está atenta a lo que ella necesite.

“Es muy católica, le gustaba ir a Nobol para visitar a Narcisa, y  a Yaguachi por San Jacinto; aún la llevamos a misa a la iglesia María Auxiliadora”, dice su nieta Julieta, quien sostiene que a su abuela le gusta arreglar todos los años el balcón de la casa con  la imagen de Cristo Rey.

Su hijo Alberto Jerónimo comenta que su mamá no ha sido enfermiza y que sus cinco partos fueron normales, sin cesárea. También afirmó que come de todo y muestra gran preferencia por el queso, el pescado y el pavo; “para ella no hay fiesta si no hay pavo”, y añade que en sus onomásticos, los 30 de agosto,  bailó mucho y que uno de sus asiduos invitados fue Armando Romero Rodas, el fallecido director de radio  Cristal.

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Otros parientes indican que a Rosa María le ha caracterizado un carácter bonachón, sin embargo, cuando ha tenido que llamar la atención por algo indebido lo ha hecho con firmeza.

“Aunque mi abuela mostraba contrariedad y criticaba las    nuevas modas de vestidos que veía a su alrededor, poco a poco se volvió tolerante con las novedades; igual ocurrió con las letras de las canciones que  escuchaba”, dice su nieta, quien constantemente la acompaña. 

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Todavía suele escuchar los valses criollos peruanos de su predilección, que antes sintonizaba por radio  América,  o a través de las emisoras  Cóndor  y el programa de Anita Huancayo o Cristal, que aún reclama por las noticias y comunicados.

Sus familiares (dos hijos, cinco nietos, doce bisnietos, seis tataranietos) junto con allegados y amigos tenían previsto acompañarla ayer a una misa de acción de gracias por sus 100 años en la iglesia de María Auxiliadora y después a una fiesta en el salón de eventos de la Casa Rosada, donde se iban a escuchar canciones, discursos y recuerdos. PÁGINA 2B