La Iglesia Católica reivindicó este domingo su derecho de hacer juicios morales sobre situaciones que pongan en riesgo los derechos humanos y su preocupación por la defensa de principios éticos no negociables, durante un evento religioso en Ecuador.

El cardenal Nicolás de Jesús López, arzobispo de República Dominicana, así lo expresó en la misa con la que clausuró el III Congreso Americano de Misioneros que congregó en Quito a unos 3.000 participantes internacionales.

No necesita la iglesia privilegios en el orden civil sino el espacio para anunciar sin cortapisas su fe y su doctrina moral acerca de la vida personal, familiar y social, emitiendo, cuando sea oportuno y necesario, su juicio moral sobre las diversas situaciones que pongan en juego los derechos humanos, dijo el enviado del Vaticano desde el púlpito.

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Actualmente, la jerarquía católica de Ecuador se ha enfrascado en una confrontación por criticar el proyecto de constitución redactado por la Asamblea Nacional Constituyente, respaldada por el gobierno del presidente Rafael Correa, y que consideran atenta contra los principios religiosos sobre la familia porque podría permitir uniones de parejas del mismo sexo.

El presidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, monseñor Antonio Arregui, cuestionó poco antes que en el continente se vaya disolviendo  la tendencia natural de que la familia sea integrada por un hombre y una mujer.

Consideró que con el nuevo texto constitucional se quiere una reformulación antropológica profunda que otorgue envoltura de derecho a toda opción sexual y convierta en campo libre los orígenes de la vida, la constitución de la familia, la opción de provocar abortos como parte de la soberanía personal.

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Arregui señaló que la iglesia no cesará de preocuparse por el bien común... y en especial por la defensa de principios éticos no negociables.

El presidente Rafael Correa ha lamentado repetidamente las críticas lanzadas por la cúpula eclesiástica al texto constitucional que será sometido a referendo el 28 de septiembre al recordarle a los prelados que Benedicto XVI, refiriéndose a Ecuador, dijo hace pocos meses al destacar la importancia de que se respete y promueva la más amplia libertad religiosa, como condición necesaria en las modernas estructuras del Estado democrático y pluralista.