La jornada previa a la clausura del Festival internacional de Coros fue muy emotiva. Comenzó una hora antes que los días anteriores, y fue por una buena razón: la Universidad de Guayaquil invistió a Enrique Gil con el doctorado Honoris Causa.

Sin duda, la fraternidad fue lo que imperó anoche en el teatro Centro de Arte, donde los integrantes de los coros participantes dejaron la tarima por las butacas para presenciar el bien merecido homenaje.

En su intervención, el rector de la Universidad de Guayaquil, Carlos Cedeño, destacó lo importante que ha sido Kily, como se lo conoce a Enrique Gil, en la difusión cultural a nivel nacional e internacional; y enseguida colocó al maestro la toga y el bonete.

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Después de todo el público gritó en una sola voz y a todo pulmón ¡Hurra Kily!, Enrique Gil, emocionado, aseguró que esto es lo mejor que le ha pasado en la vida. "No creo que nunca antes hayan animado así una ceremonia de este tipo", donde los asistentes corean las barras para el homenajeado, bromeó.

Aunque estaba visiblemente contento, no quiso extenderse en el discurso pues aseguró sentirse cansado.

El siguiente punto del programa estuvo a cargo de Alfredo Gil, hijo del Kily, quien no quiso hablar del maestro Enrique Gil, sino del padre, del que ha sabido ganarse el amor y respeto de sus vástagos. "Si volveríamos a nacer y pudiéramos escoger, quisiéramos volver a tener ese papá".

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Concierto de la noche
Terminado el acto, se presentó el Coro Normalista de Puebla, México, dirigido por Jorge Altieri.

Haciendo gala de fuerza, volumen y técnica, el coro tuvo mucha aceptación del público. Pero fueron los boleros como No me platiques más y la música azteca la que emocionó en una mayor medida.

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Ya en la segunda parte, fue el turno del coro Pichincha, dirigido por Cecilia Sánchez, que de una forma un poco más sutil, pero a la vez muy atinada, fue ovacionado por el público.

Tanto gustó este coro que al terminar, el público le exigió otra canción con sus aplausos. Y claro, sus integrantes no podían dejar de complacer a los asistentes. Por eso quisieron sellar su participación con un tema dedicado a todos los presentes: A mi lindo Ecuador.