El presidente Leonel Fernández, que inició este sábado su tercer mandato en República Dominicana, presentará al Congreso un plan de modificación constitucional que busca ampliar sus posibilidades de reelección, reconoce nuevos derechos y reforma el Estado.

En su juramento como mandatario, Fernández instó a los distintos sectores políticos del país a debatir y aprobar este proyecto de reforma de la Carta Magna, que tras una "masiva y democrática" consulta popular someterá al Congreso en los próximos días.

Para estas enmiendas Fernández se valió de 13 juristas, que dirigieron una consulta nacional sobre los temas que se desean modificar. La mayoría votó por una reforma en la que el presidente sólo pueda ser reelegido una vez y nunca más.

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Pero según Julio César Valentín, presidente de la Cámara de Diputados y dirigente del PLD, la fórmula que Fernández planeará al Congreso será la de que un presidente pueda ejercer dos períodos consecutivos y luego volver a aspirar a un mandato tras haberse alejado durante cuatro años del poder.

La reelección se convirtió en un tema conflictivo debido al líder conservador Joaquín Balaguer, quien gobernó en seis ocasiones (1966-1978 y 1986-1996), pese a las acusaciones de fraude y abuso de poder.

Tras los comicios de 1994, el socialdemócrata Partido Revolucionario Dominicano (PRD) denunció un fraude y se produjo una crisis que terminó cuando se anularon los dos últimos años del último mandato de Balaguer y se prohibió la reelección inmediata.

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En 1996 Leonel Fernández, del Partido de la Liberación Dominicana (Centro-derecha), resultó electo y en el 2000 fue el PRD el que ascendió al poder.

El PRD modificó la Constitución en el 2002 para que el entonces presidente, Hipólito Mejía, lograra repostularse en 2004. Y así lo hizo, pero fue Fernández quien ganó para el periodo 2004-2008.

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En mayo de este año, el gobernante aprovechó la oportunidad que le abrieron sus opositores con la reforma de 2002 y logró la reelección con un 54% de los votos.

Valentín adelantó que la propuesta de Fernández respetará en su mayor parte el proyecto presentado por los 13 juristas, fruto de la consulta.

El plan de reforma incluiría otros cambios también como la posibilidad de que una proporción de la ciudadanía pueda presentar iniciativas de Ley al Congreso, crea un tribunal de garantías constitucionales y modifica la estructura de la Junta Central Electoral.

El anteproyecto también endurece los requisitos para obtener la nacionalidad por parte de hijos de inmigrantes ilegales.

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En su discurso de investidura, Fernández apeló también al consenso de las distintas fuerzas políticas para la aprobación de una reforma del sistema electoral vigente y de la Ley de Partidos Políticos.

El presidente también invitó formalmente a la oposición a dejar a un lado las "naturales discrepancias" y colocar por encima el interés nacional y patriótico. "La lucha por la construcción de una Revolución Democrática en el Siglo XXI es y será, una lucha contra el hambre, una lucha contra la pobreza, una lucha contra la ignorancia, una lucha contra la corrupción y una lucha contra el crimen y las drogas", zanjó.