Campo minado en lenguaje sencillo es un espacio determinado de terreno que tiene minas enterradas o escondidas y que explosionan cuando alguien que no las puede detectar las pisa, causándole la muerte o hiriéndolo de gravedad.

Eso es el proyecto de nueva Constitución.

Hoy veamos dos casos:

1.- De una lectura ligera del artículo correspondiente pareciere (como en un campo minado) que hay vía libre para la protección de la vida desde la concepción; pero cuando revisamos aquella muy bien planificada coma, utilizada para satisfacer a los GBLT, XETU, YMCA, R2D2 y C3PO que han apoyado a nuestro firme mandatario desde el inicio de su carrera política, ya lo único claro es que la vida no está garantizada desde la concepción.

Y ello es mucho más evidente si leemos otros artículos del proyecto en los que se deja en libertad de la pareja para tener los hijos que quieran (lo que significa, por ejemplo, libertad para abortar) o en el caso de la mujer embarazada, el derecho a ser asistida y atendida durante y luego del embarazo; el caso es que el embarazo puede terminar en parto o en aborto; así es que como está redactado el proyecto, se cierra con broche de oro el círculo abortivo:

1.- Derecho a tener los hijos que quiera (derecho a abortar);

2.- Los fetos no tienen derechos (porque gracias a la coma, su vida no está garantizada).

3.- Derecho a ser atendida por el Estado durante y luego del aborto (para ello el uso de la palabra embarazo en lugar de parto).

2.- En cuanto a la comunicación, que no es un bien público, ni un derecho, sino simplemente la forma que han encontrado los seres humanos para interrelacionarse, hay varias minas muy bien enterradas para que explosionen a partir del 2009, siempre y cuando las encuestas (una especie de espejito mágico de la madrastra de Blancanieves) dicten sentencia.

Una de ellas es la que establece los requisitos que debe cumplir toda información que produzca la prensa (disfrazada de derechos de las personas): veraz, verificada, oportuna, contextualizada, plural y sin censura previa.

Ello significa que los diarios o desaparecen o deberán despedir a todo su personal y reemplazarlo por ordenadores sofisticados que solo publiquen fotos y noticias de las agencias internacionales y no permitan opiniones, ni percepciones ciudadanas, ni análisis porque no son verificables.

Porque además, para cumplir con toda la censura previa, se alcanzaría a publicar como máximo un periódico mensual, luego de evacuar todas las verificaciones exigidas; es decir, más rápido sabremos lo que sucede en el Ecuador a través de CNN, El Comercio, de Lima, o el Granma, de Cuba.

Y como este proyecto bien podría denominarse de las cerezas, porque cada genialidad tiene su cereza en la cima, luego de toda esta oda a la censura previa, concluye como último requisito: “…sin censura previa…”  es decir, ¿como si todo el enunciado no fuere censura previa?

El espacio no me alcanza para decir todo lo que pienso en estas dos materias que hoy he querido abortar (perdón) abordar, pero como decía Raúl Velasco, aún hay más.

Continuará…