Sucedió cuatro meses después de su instalación, cuando,  el 20 de abril de ese año, el ex mandatario Osvaldo Hurtado presentó su renuncia a la presidencia de la Asamblea.

 Entonces dijo  que su dimisión obedecía a que la alianza PSC-DP perdió la mayoría del organismo durante la votación de las reformas a la seguridad social y a  un distanciamiento con los socialcristianos. A Hurtado, quien siguió como asambleísta, lo reemplazó Luis Mejía Montesdeoca. Él fue diputado por el PSC y alfarismo.

 Pero ya en esa mayoría se habían soltado  otras discrepancias en cuanto al tratamiento del voto uninominal y del voto en plancha para las elecciones de diputados provinciales, consejeros y concejales. El PSC, que apoyaba el voto en plancha, terminó rompiendo la alianza  con la DP.

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A fines de abril de 1998, el pleno de esa Asamblea aprobó una prórroga hasta el 5 de junio, pero hubo algunos reparos.

El presidente del Congreso de ese momento, Heinz Moeller, rechazó la prórroga y mencionó que se debía cumplir con la reforma constitucional publicada el 5 de septiembre de 1997 que, entre otras disposiciones, establecía que la Asamblea tendría que funcionar hasta el 30 de abril.

 Por su parte, Fabián Alarcón, presidente de la República, advirtió a la Constituyente que no permitiría la publicación en el Registro Oficial de ninguna reforma que se envíe después del 30 de abril.

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En mayo, la  Asamblea abandonó la Academia de Guerra en Sangolquí, sede de las sesiones, y comenzó a reunirse en la Universidad Andina. Para entonces, el bloque del PSC definitivamente dejó de asistir a la Asamblea.

Finalmente, el 5 de junio de 1998 se entregó la nueva Constitución en  Riobamba.