Variaciones buscan excluir a los padres del derecho a ser reagrupados por sus hijos emigrantes.

España apuesta por una nueva política de extranjería. Soplan vientos de crisis económic a y la destrucción de puestos de empleo obliga a replantear un modelo que, hasta hace unos meses, alentaba la llegada de trabajadores contratados en sus países de origen. La consigna es clara: promover el retorno de los desocupados y restringir la reagrupación familiar.