Los 193 países integrantes de la FAO acordaron ayer en Roma reducir “a la mitad” para el 2015 el número de personas desnutridas en el mundo, en una controvertida declaración considerada demasiado tímida ante la nueva ola de hambrunas que azotan el planeta.

La declaración final, alcanzada después de tres días de complejas negociaciones, reafirma el objetivo de reducir a la mitad “no más tarde del año 2015” el número de personas desnutridas en el mundo, estimadas en 850 millones.

El documento de cuatro páginas, que contó con la objeción de Argentina y Venezuela, confirma la voluntad de la comunidad internacional de alcanzar los objetivos de la primera Cumbre Mundial sobre la Alimentación celebrada en 1996.

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“Los delegados ante la FAO nos han defraudado, han borrado con el codo lo que sus mismos mandatarios habían prometido”, declaró el representante de Argentina.

Objeciones
A las objeciones de Argentina se unieron países como Venezuela, Cuba y Ecuador, que consideran que el texto “carece de un diagnóstico objetivo” de las causas del hambre mundial.

“Textos como estos (...) francamente desatienden las necesidades vitales de aquellos que padecen hambre”, dijo el delegado de Cuba, Orlando Requeijo Gual, quien criticó el embargo de Estados Unidos sobre a isla del Caribe.

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Un integrante de la delegación venezolana expresó que los países en desarrollo, “si existiese la necesidad, tendrían que poder resguardar sus mercados del libre comercio, incluyendo cuando se enfrentaban a un flujo peligroso de importaciones extranjeras que podrían devastar sus industrias locales”.

La embajadora de Venezuela ante la FAO, que  patrocinó el evento, preguntó por qué los países pobres en África y en otros lugares han respaldado la declaración.

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“Yo pregunto (...) esto hará algo para ponerle fin a la inanición?”, manifestó la venezolana Gladys Urbaneja Duran, durante el encuentro.

Los pesos pesados económicos de América Latina, Brasil y México, se quedaron al margen del debate, interpretado como solidaridad para con sus aliados regionales.

Convocada por la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), junto con las demás agencias de Naciones Unidas, el Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), la cumbre de tres días, a cuya inauguración asistieron unos 40 jefes de Estado y de Gobierno, tenía como fin analizar las consecuencias del alza del precio de los alimentos.

Además de las 850 millones personas que padecen desnutrición, la crisis ha arrastrado a otros 100 millones en África, Asia y el Caribe, lo que ha generado revueltas por el hambre y hasta la caída del gobierno en Haití.

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El documento condena el "uso de alimentos como arma de presión", lo que ha sido interpretado como una denuncia al embargo aplicado por Estados Unidos a Cuba, explicaron fuentes diplomáticas latinoamericanas.

DETALLES: La cumbre

Alza de precios
La espectacular subida de los precios de los alimentos de hasta el 53% en los primeros meses del 2008, con respecto al mismo periodo del 2007, ha afectado a numerosos países pobres.

Reservas
Las reservas de arroz acumuladas en los países asiáticos también han sido culpadas de los elevados precios de este alimento básico, que han causado disturbios en varios países.

Etanol
Estados Unidos y Brasil defendieron el uso de maíz y caña de azúcar, respectivamente, para hacer etanol para combustible.