Oriundo de Vinces, el director de Queen of Ecuador Inc. dice que los torneos impulsan el turismo.

Para César Montecé el 2007 fue agitado. “En realidad así son todos”, reflexiona. No obstante, para el organizador de certámenes de belleza que cuenta con representantes de Ecuador y de varios países, el año que concluyó marcó las cuatro décadas que lleva entre misses, coronas y bandas.

El concurso nacional  Miss Agua Dulce que se realizó en su natal Vinces en 1967, marcó el inicio de su carrera como mentalizador de torneos de belleza. Los primeros años al frente de este tipo de eventos fueron difíciles, “pues en el país no se le daba importancia a la preparación para estos certámenes”, confiesa Montecé.

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Sin embargo, la poco atención de la que hace referencia no lo desanimó. Al contrario, dice  que se empecinó por hacerlos trascender.

Reina del Ecuador, Mr. Ecuador, Miss Teen Ecuador y La Niña Ecuador son algunos de los numerosos certámenes  nacionales que ha organizado. Los tres últimos todavía  están a su cargo, lo cual lo  enorgullece pues cuenta con candidatas internacionales. “Así se promociona al país. Es una manera de impulsar el turismo”.

También ha coordinado varios concursos internacionales, como Miss American Cariben on The World, Top Model on The Universe, Miss Tour on The Universe, Miss Teen World y Miss Niña Universo.

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Tiene la franquicia para efectuar el reinado Mundial de los Carnavales, que por segundo año consecutivo tendrá lugar en Babahoyo, provincia de Los Ríos. La gala de elección se desarrollará el próximo 2 de febrero y, según Montecé, contará con aspirantes  de América Latina y el Caribe.

También vendrán  representantes de los  países europeos Moldova y España, asegura el director de Queen of Ecuador Inc., quien por su experiencia en los torneos de belleza comenta que ha sido llamado por Colombia, Chile, Puerto Rico, Perú y México para organizar este tipo de eventos.

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Montecé señala  haber recibido varios diplomas. Cita con entusiasmo el adquirido en República Dominicana como visitante distinguido, aunque no precisa cuándo.

Su último reconocimiento lo recibió del diario fluminense Impacto, el pasado viernes. En su intervención señaló a Guayaquil como un sitio idóneo para el turismo. “Esta ciudad me permitió crecer en esta actividad y aún me sigue abriendo las puertas”, precisa y explica que su misión no solo consiste en descubrir la belleza física de la mujer, sino sus virtudes, aptitudes y preparación intelectual.

Su nombre consta en la lista mundial de organizadores de los certámenes de belleza de mayor prestigio y relevancia  en los cinco continentes, anota.

“No impulso esta actividad para enriquecerme. Busco impulsar el turismo y promover actividades sociales. Dono el 20% de todo lo que percibo a instituciones que atienden a niños y ancianos pobres”, acota.

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