El internet del futuro va a evolucionar para ser más móvil, más orientado hacia el conocimiento y los servicios, y conectado al  mundo físico por miles de millones de sensores, estima François Baccelli,  especialista en la materia y miembro de la Academia francesa de Ciencias.

"Internet no fue concebido para servir de infraestructura crítica a toda la  economía, a toda la sociedad o hasta a la defensa", y debe por ello adaptarse  para sobrevivir a su propio éxito, declaró a la AFP el científico, entrevistado  en ocasión de un coloquio sobre Ciencias y tecnologías de la información y de  la comunicación (STIC), que se realiza en París.

Los dos principales retos que debe afrontar internet son la seguridad y la  gestión de la movilidad, lo que supone la concepción de nuevos protocolos.

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Lo que está en juego es enorme: los países que no sepan organizar la  investigación y la industria para atraer a los mejores científicos serán los  perdedores de la carrera por la innovación, recalca Baccelli.

Para responder a esos nuevos desafíos, Baccelli pronostica una evolución  alrededor de seis ejes: el primero es la concepción de nuevos tipos de  "rutadores" a fin de aumentar considerablemente las capacidades de los núcleos  de las redes.

El segundo consiste en utilizar mejor las capacidades actuales mediante  "overlays aplicativos" que permitan la realización de una tarea gracias a la  colaboración de un gran número de estaciones de trabajo conectadas a internet.

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Al igual que la red en su conjunto, esos "overlays" pueden desarrollarse  sin visión centralizada. "Por ejemplo, un grupo de estaciones de trabajo que  colaboran en la difusión de un video, siendo al mismo tiempo cada una de ellas  receptor-consumidor y transmisor para otro utilizador del vídeo".

"La televisión en Asia se transporta así ahora, de manera completamente  independiente de un operador", señala Baccelli.

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La tercera tendencia es la autoorganización de los usuarios para compartir  su acceso a internet. El internauta puede dejar una parte de su acceso abierto  a otros usuarios, y beneficiarse a cambio de ello de la capacidad de los  otros.

En cuarto lugar, el internet de documentos que conocemos actualmente va a  convertirse en un internet de conocimiento y de servicios, que irá mucho más  alla del intercambio de información de la web 2.0 actual.

Sin duda van a desarrollarse "servicios en función del entorno del usuario"  y una red semántica gracias al tratamiento automático del lenguaje (traducción,  etc.)

Un cambio aún más radical será la interconexión entre internet y el mundo  físico. Según Baccelli, "podemos imaginar internet tal como lo conocemos,  conectado a miles de millones de sensores en la naturaleza, en las ciudades, en  los vehículos, en la ropa, en todas partes".

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Una vez puestos en marcha, esos cambios podrían extenderse de manera  "explosiva", ya que todas esas innovaciones son distributivas y  descentralizadas, estima el científico.

"El crecimiento de esas redes puede ser sumamente rápido: cuando se  juxtaponen dos redes que utilizan el mismo protocolo, se obtiene una gran red  que tiene las propiedades de los dos componentes", explica Baccelli.

Finalmente, existe "una posibilidad de refundación de internet alrededor de  objetos aún más sorprendentes de los que vemos hoy", incluso si nos resulta  imposible en la situación actual saber qué objetos serán.

El actual protocolo TCP/IP resultará entonces tan sobrepasado como lo fue el viejo teléfono de nuestros mayores.