Sus prácticas con la Tri le impide estar hoy con su mamá en Esmeraldas.
Su mirada se pierde en el techo del coliseo de levantamiento de pesas, donde entrena para en los Juegos Panamericanos de Río de Janeiro (Brasil), que se realizarán en julio próximo. Medita unos segundos y luego responde: “Que me perdonen mi madre y mis hijas porque no voy a pasar con ellas”.