Los prianistas, gutierristas, socialcristianos y demócratas populares arrasaron ayer con el control de las 18 comisiones especializadas permanentes.

Hoy esperan nombrar al Fiscal de la Nación e integrar la terna del Contralor General del Estado. Los nombres de los aspirantes eran motivo de negociación.

Tras intensas negociaciones de los prianistas y socialcristianos con los gutierristas ayer armaron la ubicación de los diputados a tal punto que en todas se asegura la presencia de cuatro de siete diputados que representan a la mayoría legislativa que se formó el cinco de enero pasado.

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En la sala, 68 diputados aprobaron el reparto de las comisiones, mientras que el sector de minoría (ID, PRE, RED, PK, MPD, PSE) abandonó el sitio.

El roldosista Jimmy Jairala, quien anoche dijo que renunciará a la ubicación a las comisiones, dijo que Sociedad Patriótica se ha convertido en el gran elector, “esta haciendo uso de sus votos para moverse en la cancha del Congreso, por la punta derecha y por la punta izquierda”, destacó.

Esa mayoría se reactivó luego de las declaraciones del presidente Rafael Correa, el pasado domingo en Zumbahua (Cotopaxi), donde propinó insultos al ex mandatario Lucio Gutiérrez, con quien acordó el respaldo a la Asamblea Constituyente cuatro días antes de asumir el poder.

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Los gutierristas revisaron el acuerdo con los bloques de centroizquierda pactado en el hotel Dann Carlton, una semana atrás, donde incluso quedaron distribuidas las 18 comisiones especializadas permanentes, y dejaban a un lado al Prian, PSC y UDC.

Jaime Estrada (UDC) dijo que la distribución que se ha hecho es mucho más justa y equitativa porque incluye a los 100 legisladores.

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Fernando Cordero (Nuevo País) expresó que distribuir las comisiones legislativas sin considerar el derecho a disentir es una forma de exclusión.

Oswaldo Burneo (movimiento RED) se mostró sorprendido porque siendo representante de Loja fue tomado en cuenta para la Comisión de Asuntos Amazónicos. Él indicó que a pesar de que el 80% de diputados son nuevos en el Congreso las viejas prácticas políticas persisten.