El partido de Lucio Gutiérrez se pasó al bando del gobierno de Rafael Correa y aseguró 54 votos para evitar que el Congreso frene la Constituyente. El acuerdo con el futuro régimen se concretó en la madrugada de ayer.

El acuerdo entre Sociedad Patriótica (SP) y el futuro gobierno se concretó luego que el mandatario electo Rafael Correa llegó al país proveniente de Nicaragua, donde participó de la toma de mando del presidente Daniel Ortega.

Lo esperaba el ministro de Gobierno del próximo régimen, Gustavo Larrea, quien logró pactar con SP el apoyo  de sus 24 diputados a la consulta popular (a través del Congreso) para dar paso a la Asamblea Constituyente.

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Según lo acordado, la Constituyente tendría plenos poderes, pero respetando el marco constitucional, es decir que el nuevo gobierno se compromete a remitir al Congreso el proyecto de consulta con el estatuto electoral, para que sea aprobado y luego remitido al Tribunal Supremo Electoral para su ejecución.

SP se unió a los bloques del PRE, RED, ID, MPD y PSE, con los que se garantizaron 54 votos para también frenar las intenciones del Prian y de los socialcristianos de promover las reformas constitucionales desde el Congreso.

Larrea aseguró que el acuerdo no incluyó ningún cargo público, pero SP señaló que implica la organización de las 18 comisiones legislativas.  

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La nueva mayoría incluso piensa en desconocer la presidencia del manabita Jorge Cevallos, y colocar en su reemplazo a Oswaldo Flores (Prian) del Azuay. 

El rompimiento de la mayoría anticonstituyente se dio por varios tropiezos del Prian en las negociaciones con sus aliados PSP, PSC y UDC, en el incumplimiento de los acuerdos sobre la aprobación inmediata de la reforma constitucional, elección del Fiscal, la terna del Contralor y el reparto de las comisiones especializadas permanentes.

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También molestó a los gutierristas la falta de consistencia en los acuerdos, pues el Prian presionó hasta último minuto por la presidencia del TSE cuando correspondía –según las negociaciones– al PSC. Igualmente los prianistas buscaban colocar en la terna para contralor a personas allegadas a su partido, cuando correspondía a Sociedad Patriótica.

Otro factor que colmó la paciencia del PSP, según diputados gutierristas, fue la “arrogancia” del líder prianista, Álvaro Noboa, de que imponía un horario a la mayoría legislativa para las negociaciones; pues nadie podía contactarlo antes de las 13:00. El Prian no se ha referido a lo sucedido.

A eso se suma la insistencia del futuro ministro de Gobierno, Gustavo Larrea, de buscar aliados dentro de la mayoría para frenar la intención del Prian y PSC de bloquear la Asamblea Constituyente. 

El acercamiento de Larrea con los hermanos Lucio y Gilmar Gutiérrez comenzó la noche del miércoles y concluyó en la madrugada de ayer, con una cita en la que, según Sociedad Patriótica, estuvo el propio presidente entrante, Rafael Correa, lo cual no fue confirmado por ninguna fuente del nuevo gobierno. 

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Los 24 diputados gutierristas ayer amanecieron con la noticia que abandonaban la mayoría anticonstituyente y a las 10:00 fueron convocados a una reunión en el partido que concluyó a las 15:00, para explicar el alcance de los acuerdos con el régimen y los bloques denominados progresistas (PRE, ID, RED, PK y PSE), con quienes se encontraron en el hotel Dan Carlton.

Al Congreso asistieron  ayer 32 diputados con una agenda que incluía el trámite de las reformas constitucionales. 

El ex mandatario, Lucio Gutiérrez, destacó su coherencia y dijo que pone a disposición del pueblo los 24 votos del bloque  para “impulsar de inmediato la Asamblea Nacional Constituyente, pero sin violar la Constitución”.

Emplazó al gobierno de Rafael Correa, para que “si realmente quiere reformar la institucionalidad del país, se siente frente al pueblo y llegue inmediatamente a un acuerdo, de tal manera que el pueblo se pronuncie sobre una profunda reforma política”.

Gutiérrez dijo que tomó esa resolución “ante la escalada peligrosísima de la violencia verbal entre el Legislativo y el Ejecutivo, que si no actuamos a tiempo podría hasta desencadenar en una cruenta y fratricida guerra civil”. La nueva mayoría empezará a operar el martes próximo.