Los medios de comunicación dieron cuenta del profundo debate que se dio en diciembre del  2004 sobre la cultura montubia y lo negativo que resultaba el programa ‘Mi recinto’ para su conocimiento real.

El Diario EL UNIVERSO de diciembre 24 reseñó así lo sucedido en el café-galería Barricaña: “Es racista,  discriminatorio, evidencia un desconocimiento profundo de la identidad nacional”, refirió Douglas Quintero, del Proceso Afroamérica XXI.

 “Estamos frente al irrespeto a la diversidad cultural. 
Ejerce una violencia cultural contra el más importante sector de la Costa.  Agrede la tradición, la expresión,  los símbolos”, dijo el investigador Willington Paredes y añadió que no es una lucha contra TC Televisión ni contra los artistas, sino contra una visión sesgada del mundo montubio.

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 “En nuestros pueblos no se dan las escenas que se presentan en este programa. No sabemos cómo ese personaje Compadre Garañón ha sacado información tan errada. El hombre montubio es respetuoso y lo digo porque mis padres, mis hermanos y todos los hombres que he conocido en mi recinto La Hojita son distintos a este hombre”, comentó Cecilia Castro.

Los integrantes del elenco de ‘Mi recinto’ dijeron que no fueron invitados, pero que acudieron  a Barricaña para dar su punto de vista. Rafael Cuesta insistió en que  el Compadre Garañón, el personaje central del programa, es  ficción y que  es un campesino malo, pero que  eso no quiere decir que así es todo  campesino, como una película sobre la mafia italiana no quiere decir que todos los italianos son mafiosos. Refirió que pedir que el programa salga  del aire es atentar contra la libertad de expresión.

 Fernando Villarroel dijo  que ‘Mi recinto’ ha hecho campañas como la de informar sobre el peligro del sida, y en un intento por  desmentir aquello de que este espacio agrede al campesino,  empezó a exhibir un resumen del programa, pero la gente que integraba el panel le indicó que no era necesario, porque  si esa noche se discutía el contenido de esta producción era porque todos los allí presentes lo conocían y sabían de qué se trataba.  El actor, al final, ofreció disculpas. Afirmó que estaba dispuesto a enmendar el programa y que no fue  su intención ofender.

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“Perdón si en algún momento les falté el respeto”, dijo.

Sin embargo, ha pasado poco más de un año y ese propósito de enmienda nunca se concretó en un cambio real.