Con 43 años, Patricia Briones de Poggi alcanzó la alcaldía de Portoviejo auspiciada por el Partido Social Cristiano (PSC), en momentos en que el cabildo afrontaba deudas y tenía un abultado número de empleados y trabajadores.

“No tengo dinero para realizar obras este año. Debo pagar diez millones de dólares en deudas y pagar sueldos a más de mil empleados”. Con estas palabras, “la alcaldesa”, como la llama la mayoría de los ciudadanos de Portoviejo, justifica la falta de fondos para ejecutar obras básicas en su cantón como un programa de pavimentación en las zonas rurales.

Sus primeras intervenciones públicas fueron en certámenes de belleza. Fue Reina de Portoviejo y Manabí en el año 1976 y Reina Nacional del Café en 1978.

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Su incursión en la política se dio en el 2002 cuando fue la diputada alterna del legislador Simón Bustamante, por el Partido Social Cristiano. Luego, en el 2004, Bustamante la invitó para que participe en las elecciones para alcalde de la capital manabita.

En su discurso de posesión destacó que es hora de que Portoviejo deje de ser una ciudad rezagada del progreso, como ha ocurrido en otras ciudades del país. “Soy una mujer de retos y este va a ser el más importante”, fue parte del mensaje.

Así comenzó un nuevo reto para esta ex reina de Portoviejo. Después se convertiría en la primera mujer que llega a la Municipalidad de su ciudad natal conocida como la de los Reales Tamarindos.

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“Era la primera vez que participaba aunque siempre me gustó ayudar”, comenta.
Agrega que no tiene afinidad política con los partidos Sociedad Patriótica o el Partido Roldosista Ecuatoriano (PRE) pese a que su esposo, Gino Poggi, es tío de Bruno Poggi, quien fue ministro de Desarrollo Urbano y Vivienda (Miduvi) durante el gobierno de Lucio Gutiérrez.

Antes de la política estuvo vinculada a entidades de ayuda social. Creó la Fundación San Lucas, que ayuda a los menores abandonados.

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Precisamente en una de sus jornadas de ayuda, en 1991, se encontró con un bebé que fue abandonado en el hospital regional Verdi Cevallos, de esta ciudad.

Briones lo llevó a su casa y lo crió hasta cuando tuvo 3 años. Allí, una familia adoptiva acogió al menor.

Por este motivo el ahora adolescente José Daniel Navarrete Centeno, es parte especial en la vida de la alcaldesa.

“Igual, siempre digo que tengo cuatro hijos porque lo considero como mío”, asevera Briones mientras agita una bandera de su cantón rodeada de unas diez mil personas sentadas en los graderíos del estadio Reales Tamarindos, durante una manifestación efectuada el pasado jueves contra el gobierno.

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Casada con Gino Poggi Zambrano desde hace 24 años. Son sus hijos Guiseppe de 21 años, Estefanía de 20 y Estéfano de 7.

La familia está vinculada al negocio mobiliario y la construcción; ella es la Gerente General de inmobiliaria Belinza S.A. mientras que su esposo es propietario de las canteras Uruzca.