La eliminación del Feirep, uno de los fondos petroleros, es la primera propuesta del nuevo Ministro.

Rafael Correa, un  economista de 42 años, con  tendencia política de izquierda y crítico radical de la dolarización y de la reprogramación de la deuda pública planteada por su antecesor, Mauricio Yépez, se posesionó ayer como ministro de Economía.

Con este nombramiento se rompe la tendencia marcada por “los mauricios (Pozo y Yépez)”, quienes –si bien pudieron sortear algunos obstáculos políticos, como los juicios planteados en su contra en el Congreso– estuvieron más vinculados a las exigencias técnicas de los organismos multilaterales que a los pedidos de los sectores políticos y de organizaciones sociales.

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La intención del nuevo jefe de Estado, Alfredo Palacio, es “dar un mayor espacio al área social y a la reactivación productiva”, según sus  declaraciones.

“No debemos someter todo a una visión economicista”, dijo ayer Correa en rueda de prensa, en Carondelet.

Aunque calificó a la dolarización como “el más grave error” del país, ratificó su vigencia y justificó esa decisión: “hay cosas en las que es fácil entrar y casi imposible salir”.

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Anunció que su sugerencia a Palacio será la eliminación del Fondo de Estabilización, Inversión Social y Productiva y Reducción del Endeudamiento Público (Feirep) y el “rediseño” del segundo fondo petrolero con el que cuenta el país, denominado Fondo de Estabilización Petrolera (FEP). “Mi preocupación principal, sin embargo, es el Feirep (que sumó $ 638,1 millones en el 2004), porque no es ético ni técnico”, añadió.

Explicó que la asignación del 70% del Feirep para la recompra de la deuda pública beneficia a los tenedores de la deuda y perjudica al fisco. “Ese dinero debe entrar al presupuesto del Estado”, indicó. Para ello necesita enviar al Congreso un proyecto de reforma a la Ley Orgánica de Responsabilidad y Transparencia Fiscal.

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Sin embargo, organismos y analistas internacionales ven con preocupación el uso de los fondos petroleros dentro del presupuesto.

“Trataremos de retomar la confianza de los mercados internacionales fomentando la producción. Más que inversión financiera se requiere inversión productiva”, anotó.

Correa, no obstante, dijo que mantendrá independencia frente al Fondo Monetario Internacional, del que depende el aval para que los organismos multilaterales concedan los créditos que cubrirían el déficit presupuestario de este año, que suma $ 505 millones.