El cuentero de Muisne fue preso  cuando huía en el carro que robó a un chofer, al que  le pidió un flete.

Hace dos meses, cuando recuperó su libertad y salió de la cárcel de Quevedo (Los Ríos), Sigifredo Dante Reyes Moreno, más conocido con el alias de El cuentero de Muisne, prometió que no volvería a sus andanzas.

Como en otras ocasiones, aquel fue un cuento más porque el martes último fue detenido nuevamente por la Policía, esta vez cerca del cantón Quinindé (Esmeraldas), cuando intentaba huir en la camioneta Toyota, de placas MBY-655, que presuntamente  robó a Cristian Rentería Camacho, de 21 años, a quien le había solicitado que le hiciera un flete.

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Aunque prefirió no explicar las razones de su detención, en la Policía Judicial de Esmeraldas, Reyes aseguró que por su edad, 65 años, ya no se dedica a cometer actos ilícitos y que tiene familia en Santo Domingo de los Colorados, donde según  asegura lleva una vida honrada.

Un argumento poco creíble para las autoridades, pues fue reconocido por el chofer que tras el robo fue abandonado en la carretera. Además, Reyes fue apresado en el carro que  supuestamente robó con la  ayuda de Miguel Ángel Paladines y los hermanos Fernando y  José Luis Mirabá Macías.

Su arma, la palabra
Y es que como el cuchillo o el revólver es para algunos delincuentes el arma, para estafadores como El cuentero de Muisne, es la palabra.

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Quienes conocen a Reyes afirman que para convencer a su víctima la mira a los ojos, tutea y habla con tal soltura y educación que inspira confianza.

Nadie o pocos creerían que se trata del conocido delincuente con ficha 2927, del desaparecido Servicio de Investigación Criminal (SIC), que en algún momento fue uno de los más escurridizos y buscados por la Policía y según reportes de la época, también estuvo implicado en delitos de narcotráfico, robo de carros y sospecha de homicidio. Reyes no niega su largo historial delictivo, pero afirma que “nunca” mató a nadie.

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Sus inicios
Por datos policiales se presume que inició su vida delictiva a los 17 años en la ciudad Esmeraldas.
Se conoció que traficó pasta de cocaína desde Perú y se casó con una doctora llamada Lucila Santos bajo la identidad de César Flor Yela, por lo que fue descubierto y luego detenido.

De sus fechorías, una de las que más se jactó fue cuando se hizo pasar como  hijo del entonces presidente de Costa Rica, José Joaquín Trejos, entre 1966 y 1968, cuando en Ecuador era presidente Otto Arosemena. Con esa falsa identidad se alojó en el antiguo hotel Colón, pero fue descubierto por la hija del entonces mandatario ecuatoriano, Fabiola Arosemena Santos.

La primera crónica policial con la que se hace referencia a Reyes, antes de que se lo conozca como El cuentero de Muisne, se publicó cuando tenía 22 años.

Se hospedó en el hotel Rivadeneira de la ciudad de Esmeraldas, haciéndose pasar por un poderoso industrial venezolano. Ante los ofrecimientos de inversión y empleo, la gente le organizó, en el Club de Leones, un agasajo en su honor y el dueño del hotel le prestó 12 mil sucres. Días después la Policía descubrió el engaño y lo detuvo.

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Al salir de la cárcel fue a Santo Domingo de los Colorados (Pichincha) y haciéndose pasar por ingeniero agrónomo obtuvo un empleo por el que recibía un sueldo de 7.900 sucres mensuales.

Continuó usando falsas profesiones en Ibarra y hasta dijo que era exiliado cubano anticastrista (contra el régimen del presidente de ese país, Fidel Castro) para cometer sus engaños.

En Guayaquil se hizo pasar como un empresario japonés con el nombre de Dante Makoto Chibolo Idik. De allí su otro sobrenombre: Makoto Chimbolo, como también se lo conoce en Esmeraldas.

En 1980 realizó uno de sus más célebres engaños. De visita en Guayaquil, una pareja de turistas suizos le solicitó permiso para tomar fotografías de la isla Santay desde la Torre del Reloj del Malecón. Reyes accedió al pedido, les dijo que era dueño del edificio y lo vendió por 160 mil sucres con una escritura falsa.

Después se conoció que vendió la Plaza de la Rotonda y hasta el Palacio Municipal y según sus versiones, aseguró que un año antes vendió en 360 mil sucres una calle peatonal de Urdesa al presidente del Concejo de Urbina Jado.

ANDANZAS
HUYÓ HERIDO

El 27 de abril de 1985, cuando era llevado a Quito para investigaciones, El Cuentero de Muisne se lanzó de una camioneta y huyó a pesar de los tres disparos que le dio la Policía.

CONVENCIÓ A FAMILIA
En Santo Domingo de los Colorados una familia a la que convenció de que había sido víctima de un asalto, le dio un carro y dinero para las curaciones.

CAPTURADO EN FINCA
Se internó en una finca de la vía Santo Domingo-Quevedo, donde fue capturado y luego  trasladado al penal García Moreno de Quito.

FUGA DE CÁRCEL
En 1992 fugó de la cárcel de Portoviejo con otros 20 reclusos. Fue recapturado en Quevedo y encarcelado en Quito.

FALSO SACERDOTE
El 11 de agosto de 1993, disfrazado de sacerdote y aprovechándose de sus conocimientos incipientes de latín, salió por la puerta principal del centro de reclusión. Viajó hasta Quevedo, donde fue recapturado el 29 de diciembre del mismo año.