Azuero fue mencionado por Washington Espinosa Casanova, presunto líder de la banda de sicarios que atentó contra  Bermeo, como la persona que los contrató y pagó 35 mil dólares de los 90 mil que ofreció para asesinar al prefecto; hechos que no se concretaron por la falla en la detonación de una granada que fue lanzada al interior del vehículo en el que se transportaba la autoridad.