Más de mil botes con uvas peladas, un menú especial que incluye langostinos y una cinta de vídeo con las campanadas ya grabadas aguardan a las tropas españolas esta noche de fin de año, marcada en todo Iraq por las extremas medidas de seguridad.
Al igual que hace una semana, la normalidad es la nota destacada en Base España, a excepción del personal civil y militar que trabaja en la cocina, donde el ritmo es frenético.
"El menú esta noche será sopa de gambas, palitos de cangrejo, langostinos, ensalada, paletillas de cordero y dulces navideños", confirmó a EFE el jefe de cocina, Héctor Sánchez.
En el almacén, llegadas hace pocos días desde España, esperan decenas de cajas con más de 24.000 uvas con las que los soldados respetarán la tradición y tratarán de conjurar la nostalgia que conlleva esta fecha lejos del hogar.
"El turno de cena será corrido, como todos los días. El General de la Brigada (Plus Ultra II, Fulgencio Coll), pasará a distintas horas para felicitar el año nuevo a los soldados y brindar con una copa de cava", reveló a EFE el comandante Carlos Herradón, de la oficina de Información militar en Diwaniya.
Las campanadas serán proyectadas a la 10h00 horas local (7h00 GMT) en la cantina de la base, gracias a una cinta de vídeo cedida por un canal autonómico español de televisión.
"Para ponerlas a esa hora, es mejor que no las pongan. Cómo vamos a celebrar el año antes de que lleguen las doce, aquí en Iraq, y cuatro horas antes que en España?", se quejaba este miércoles a EFE un cabo de la unidad logística.
El mando en Diwaniya ha justificado su decisión de adelantar el traspaso de año por el deseo de que se pueda concentrar en la cantina el mayor número posible de soldados.
Además, se pretende que aunque sea año nuevo, la celebración afecte lo menos posible al ritmo de trabajo.
"Siempre es triste estar lejos de la familia y los amigos un día como éste. Pero no nos queda más remedio, es nuestro trabajo", dijo a EFE el cabo Marín.
Como ya ocurrió en Nochebuena, para casi un cuarto del personal de Base España, en especial los cuerpos de seguridad, esta será una noche de duro y cotidiano trabajo.
"Yo libré en Nochebuena, así que esta noche me toca patrullar. Cuando sean las doce nos felicitaremos el año y seguiremos con la patrulla", dijo a EFE uno de los legionarios que entrará de guardia antes de la medianoche.
La seguridad es una de las principales preocupaciones de las fuerzas de la Coalición destacadas en Iraq, después de que el mando norteamericano advirtiera ayer de que los grupos de insurgentes pueden aprovechar el fin de año para intensificar sus ataques.
El comandante Mark Kemmet, portavoz de las tropas estadounidenses en Bagdad, indicó anoche de que con motivo de la fiesta de nuevo año "aumentan las posibilidades de ataques".
La noche del 24, víspera de Navidad, grupos de insurgentes atacaron varios objetivos extranjeros en Bagdad, entre ellos el hotel "Sheraton Isthar", donde se aloja parte de la prensa y empresarios norteamericanos.
"Los ataques parecen mejor coordinados y preparados. El ejemplo es lo que ocurrió en Kerbala", dijo Kemmet durante una rueda de prensa en la capital.
El pasado sábado, una cadena de atentados segó la vida de 19 personas, entre ellas siete soldados de la coalición, en la ciudad santa chiíta de Kerbala, a unos 150 kilómetros al sur de Bagdad.
"El grado de alerta es máximo. Esta noche habrá que estar muy atentos", añadió Kemmet.
Tras los atentados del sábado, los cuarteles de la División Multinacional centro-sur, que manda Polonia y a la que está adscrita la Brigada Plus Ultra, entraron en "alerta máxima".
Hoy, los controles en la carretera que une Bagdad y Diwaniya eran más someros y había una mayor presencia de tropas de la Coalición en la calzada y los arcenes.
También en Bagdad era visible un mayor número de patrullas en las calles, así como más aviones y helicópteros artillados sobre la capital.