El diario argentino Clarín,  en su edición digital, publicó ayer un estudio que señala que cualquier texto se puede leer aunque sus palabras estén escritas en desorden.

La publicación refirió, además, a un correo electrónico que ha circulado últimamente y que dice lo siguiente:

“Segeun un etsduio de una uivenrsdiad ignlsea, no ipmotra el odren en el que las ltears etsan ersciats, la uicna csoa ipormtnate es que la pmrirea y la utlima ltera esten ecsritas en la psiocion cocrrtea. El rsteo peuden estar ttaolmntee mal y aun pordas lerelo sin pobrleams. Etso es pquore no lemeos cada ltera por si msima snio la paalbra cmoo un tdoo. Pesornamelnte me preace icrneilbe...”.

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El periódico argentino afirma que aunque no se sabe cómo ni dónde se originó ese mensaje, “la teoría que sostiene semejante jeroglífico no es un invento chino”.

Para hallar una posible explicación al por qué se escribió de esa manera el texto en mención, Clarín  hizo referencia, en su artículo titulado ‘Cuaquleir tetxo se pduee leer... si se respetan la primera y la última letra de cada palabra’, a un estudio de los profesores de ciencias cognitivas Kourosh Saberi y David Perrot, de la Universidad de California, EE.UU.

Ambos son autores del artículo ‘Restauración cognoscitiva del discurso invertido’, publicado en 1999 por la revista británica Nature, el que se refiere a cómo el cerebro procesa e interpreta los patrones distorsionados del discurso y qué “señales” escoge durante el proceso.

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Clarín  indica que Saberi y Perrot tomaron oraciones y las dividieron en segmentos de igual duración, para después reproducirlas, pero al revés. Las palabras escuchadas en reversa no afectaban la comprensión, ya que el cerebro las reorganiza para comprenderlas rápidamente.

El diario argentino agrega que la revista New Scientist presentó otra investigación similar, firmada por Graham Rawlinson.

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En ese trabajo, Rawlinson recuerda que, en 1976, en la Universidad de Nottingham, Inglaterra, se realizaron una serie de pruebas que demostraron que la alteración del orden de las letras de las palabras de un texto no afectan la capacidad de las personas para entenderlo.