La tradicional “lluvia de peces”, un fenómeno natural del que se han sentido orgullosos los habitantes de Yoro, en el norte de Honduras, este año cayó en Talanga, región central, donde provocó una gran expectación.

La lluvia de animales vivos se produjo esta semana en el sector de Talanga, unos 56 kilómetros al norte de Tegucigalpa.

Expertos de Aeronáutica Civil explicaron que la lluvia de peces obedece a la absorción de una nube en el mar, con tanta fuerza, que atrae peces “de regular tamaño”. Esas nubes, dijo uno de los técnicos del Servicio de Meteorología de Aeronáutica Civil, luego se desplazan y “por eso se produce la lluvia de peces en tierra firme”.

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“No hay que alarmarse por eso, así es la naturaleza”, añadió la misma fuente.

La lluvia de peces en Yoro, departamento del mismo nombre, forma parte de la letra de una canción hondureña que señala que se trata de un “milagro celestial”.

La absorción de nubes es un fenómeno que se registra ocasionalmente frente a las costas de Tela, La Ceiba y Puerto Cortés, en el Caribe hondureñLa tradicional “lluvia de peces”, un fenómeno natural del que se han sentido orgullosos los habitantes de Yoro, en el norte de Honduras, este año cayó en Talanga, región central, donde provocó una gran expectación.

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La lluvia de animales vivos se produjo esta semana en el sector de Talanga, unos 56 kilómetros al norte de Tegucigalpa.

Expertos de Aeronáutica Civil explicaron que la lluvia de peces obedece a la absorción de una nube en el mar, con tanta fuerza, que atrae peces “de regular tamaño”. Esas nubes, dijo uno de los técnicos del Servicio de Meteorología de Aeronáutica Civil, luego se desplazan y “por eso se produce la lluvia de peces en tierra firme”.

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“No hay que alarmarse por eso, así es la naturaleza”, añadió la misma fuente.

La lluvia de peces en Yoro, departamento del mismo nombre, forma parte de la letra de una canción hondureña que señala que se trata de un “milagro celestial”.

La absorción de nubes es un fenómeno que se registra ocasionalmente frente a las costas de Tela, La Ceiba y Puerto Cortés, en el Caribe hondureño.