En 1938 Ecuador conquistó el sudamericano de natación en Lima.

Hoy se cumplen 65 años de una de las mayores hazañas que registra la historia del deporte ecuatoriano: la de 1938, en Lima, en la que cuatro jóvenes  guayaquileños conquistaron para Ecuador el campeonato Sudamericano de Natación.

Proeza, ya que nadie creía que un pequeño e inexperto equipo podría derrotar a elencos completos de naciones como Argentina, Uruguay o Perú, que ya tenían participaciones y títulos olímpicos y registraron 20 o más nadadores.

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Todo empezó en enero de 1937 cuando dos caballeros extranjeros, convertidos luego en ecuatorianos de corazón, leían la revista argentina El Gráfico y comparaban los tiempos de los nadadores de ese país con los de Alberto Stagg, Fidel Miranda o Eduardo Alcívar y Ricardo Planas Villegas. Los dos primeros se habían retirado por sus estudios de Medicina; Planas y Alcívar podían actuar con éxito en el Sudamericano de 1937 en Montevideo. Alcívar fue vicecampeón sudamericano de 100 m libre y Planas finalista en todas las pruebas de libre.

En 1938, Nahón y Tomasi, entrenador de natación (los extranjeros), decidieron enviar al equipo ecuatoriano a Lima. Ahora contaban con una nueva estrella: Carlos Luis Gilbert, a quien por su pequeño físico apodaban  El  Grillo. Además, existía un terceto con posibilidades internacionales: Tomás Ángel Carbo, Pablo Coello y Abel Gilbert.

El torneo arrancó el 19 de marzo en la Pileta Municipal de Lima. Alcívar ganó su eliminatoria de los 100 libre y Planas fue tercero en la suya. Ambos clasifican a la final.

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Al día siguiente, Carlos Luis Gilbert gana su serie de 200 metros libre y Ricardo Planas hace lo propio.

El 22 de marzo se cumple la primera final: la de 1.500 metros libre. El Grillo Gilbert compite con los chilenos Berroeta, Guzmán y Arrechandieta; los argentinos  Zucal Gallardo y Minar  y el peruano Chocano. A todos ellos vence en una actuación admirable.

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Al otro día, Carlos Luis Gilbert y Ricardo Planas ganan las series de 400 metros libre y el 24 se corre la final de los 200 metros en la que están clasificados nuestros dos nadadores, los argentinos Roberto Pepper y Enrique Zucal; los peruanos Walter y Enrique Ledgard y el chileno Washington Guzmán. Esa noche los cuatro mosqueteros ecuatorianos ganan la medalla de plata en el relevo 4 x 200 metros libre.
América entera ya no cabe de asombro: Gilbert y Planas son primero y segundo y dejan muy atrás a sus rivales.

Guayaquil es un carnaval y la fiesta se extiende a todo el Ecuador.

El 26 de marzo se reanuda el torneo y otra vez la dupla Carlos Luis Gilbert y Ricardo Planas gana medalla de oro y plata en los 400 metros libre. Perú, que ha organizado el torneo para ganarlo, tiene 81 puntos y lo sigue Ecuador con 71.

En la última reunión, el 27 de marzo, se decidirá el título de campeón sudamericano.
La noche de ese 27 de marzo glorioso la vida de Guayaquil se detiene. Diario EL UNIVERSO ha colocado altavoces en su edificio para seguir la transmisión desde Lima. Más de la mitad de la población está en las calles.

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En la Pileta Municipal los altavoces llaman a los 100 metros libre. Alcívar, a quien le dicen en Lima La Lancha, va a competir con su compañero Planas, los argentinos Roberto Pepper y Héctor Crotto, los peruanos Rodolfo Álvarez y Enrique Ledgard y el último campeón, el brasileño Álvaro Tatto. Los rivales solo pueden mirar la estela de espuma que deja La Lancha, mientras Planas arriba en cuarto lugar.

Si los ecuatorianos obtienen los 800 metros libre nuestro país ganará el título. Gilbert y Planas van en carriles vecinos y corresponde al primero marcar el ritmo de la prueba. Empujados por el latido de miles de corazones guayaquileños, El Grillo y El Pechón, como llaman sus compañeros a Planas, son primero y segundo, respectivamente, y Ecuador ha asombrado al mundo: somos campeones sudamericanos de natación.