Oposición y gobierno se acusan mutuamente de los atentados contra dos sedes diplomáticas.

La capital venezolana vivió ayer uno de los episodios más violentos desde que se agudizó la crisis política de este país hace poco más de un año, con la explosión casi simultánea de dos bombas que dejaron cuatro personas heridas y semidestruidas las sedes diplomáticas de España y Colombia.

A las 02h15 (01h15 en Ecuador) de ayer, dos bombas explotaron en la Embajada de España y el Consulado de Colombia, que fue el edificio más afectado, pues dos pisos enteros resultaron destruidos.

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“Esto fue terrorismo del puro. Ahora no sabemos lo que viene ahora”, dijo entre lágrimas Matilde Mercado, una de las personas heridas.

Daniel Flores, vecino de la Embajada de España, afirmó que tras la explosión  la calle se llenó de panfletos en los que se leía “Fuerzas Bolivarianas de Liberación. ¡No a la Intervención!”.

Mercado agregó que el presidente venezolano, Hugo Chávez, debería “reflexionar más. Le pido que colabore con la paz en  este país. No quiero vivir como en Colombia”.

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Desde el viernes pasado, Chávez ha hecho numerosas declaraciones contra las críticas internacionales, principalmente las de Estados Unidos, España y Colombia, respecto al arresto y enjuiciamiento del opositor y presidente de Fedecámaras, Carlos Fernández.

Como sucede siempre en Venezuela desde el recrudecimiento de la crisis, provocada por el rechazo de un amplio sector de la población a la gestión de Chávez, oficialistas y antichavistas –vecinos de ambas sedes diplomáticas– se enfrentaron acusando a la oposición y al gobierno, respectivamente, de los incidentes.

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El gobierno venezolano respondió con la activación de un “mecanismo antiterrorista” para evitar nuevos atentados y con el reforzamiento de la seguridad del cuerpo diplomático acreditado en Caracas.

Hasta la tarde de ayer, Chávez no se pronunciaba respecto a los ataques. Pero, el vicepresidente José Vicente Rangel declaró que “hay en sectores de la oposición evidentes signos de descomposición”.

Los gobiernos de España y Colombia condenaron los ataques e insistieron en la necesidad de una “salida pacífica y democrática” a la crisis política venezolana.

REACCIONES
Estados Unidos

Phil Reeker, un portavoz del Departamento de Estado, condenó los atentados y agregó que el gobierno de su país notó que “estas explosiones ocurrieron después de los punzantes ataques verbales del presidente Chávez contra la comunidad internacional”.

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Colombia
Diversos líderes políticos colombianos pidieron a los gobiernos de Bogotá y Caracas comprometerse a disminuir la tensión  binacional, surgida después que el ministro de Justicia, Fernando Londoño, criticó a Venezuela por no declarar terroristas a los grupos armados colombianos.

España
El presidente español, José María Aznar, expresó su “preocupación” por la situación en Venezuela, pero no quiso dar hipótesis respecto a los atentados y dijo que esperará el resultado de la investigación del gobierno venezolano.