El fiscal distrital, Jorge German, acusó al ex prefecto de Pichincha, Rafael Reyes Uribe, del delito de malversación de fondos públicos (peculado). Según el agente, el ilícito se habría registrado durante su gestión entre 1996-2000.

Reyes Uribe se encuentra prófugo de la justicia y sobre él pesa una orden de prisión preventiva.

Al emitir su dictamen acusatorio, German acogió el informe de Contraloría, en el que se detectaron indicios de responsabilidad de Reyes Uribe en once hechos de corrupción, que perjudicarían al Consejo Provincial en más de tres mil millones de sucres (120.000 dólares).

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El delito quedó confirmado, según German, con las pruebas y testimonios recogidos durante la etapa de investigación.

Todos esos elementos determinaron que el ex prefecto se benefició de bienes y del trabajo de empleados y jornaleros de la institución; “apartándose de las normas legales y constitucionales”.

Por no existir suficientes pruebas que determinen presunciones de responsabilidad en el delito, German se abstuvo de acusar a Segundo Yanes Montes, Pepe Nuques, Jorge Brito, Washington Herrera, Raúl Montalvo, Washington Heredia y Carlos Paredes.

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Según el informe de Contraloría, en la administración de Reyes Uribe se registró la pérdida de obras de arte (entre ellas, el cuadro de la Virgen del Quinche, donado al Consejo Provincial hace 22 años), instrumentos musicales y utilización de los vehículos de la Prefectura para uso particular.

Piponazgo
Hubo, además, casos de piponazgo, pues algunos de los empleados del Consejo laboraban en la hacienda de Reyes.
El ex funcionario, que llegó a la prefectura con el partido Frente Radical Alfarista (FRA), fue acusado de llevarse consigo una cámara de video con impresora, un televisor y una butaca. El caso se inició por acusación del actual prefecto de Pichincha, Ramiro González.