Mientras los musulmanes de países como Pakistán o Emiratos Árabes cumplían con la tradición de intercambiar regalos y estrenar ropa nueva, los fieles en Iraq y los territorios palestinos no tenían muchos motivos para celebrar. En Bagdad, la celebración de Aid al Fitre se concentró en oraciones para pedir a Alá (Dios) que libre a Iraq de una nueva guerra.