El ejemplo de amor a la libertad que lideró nuestra urbe antes y después del 9 de Octubre de 1820, siguió  vigente y al mes del histórico hecho se reunió el Colegio Electoral que dio total vida jurídica a la Provincia Libre de Guayaquil.

La indiscutible proyección de la gesta octubrina guayaquileña se manifestó de inmediato y algunas maneras; una de ellas, la actitud de las ciudades hermanas del país, que no demoraron en secundar la luminosa acción del Puerto Principal.

Pero los protagonistas del   ejemplar pronunciamiento guayaquileño quisieron que la siembra emancipadora y autonómica fecundara, por lo que enseguida emprendieron la tarea de convocar a Colegio Electoral, cuyo logro más importante fue la aprobación del Reglamento Provisorio (Constitución), que por sus características representó el primero que se expidió en territorio de la Presidencia de Quito.

Publicidad

En reconocimiento a la importancia del episodio novembrino de 1820 en las páginas de la historia ecuatoriana, el Congreso Nacional de 1993 declaró la fecha como Día de la Provincia del Guayas y recomendó exaltar el acontecimiento de la mejor manera, muy similar a la disposición que legó la Junta de Gobierno de 1821.

Se convoca a Congreso

El visionario patriotismo de José Joaquín de Olmedo, José de Antepara, Rafael María Ximena, Luis Fernando Vivero y otros   próceres que gestaron la revolución octubrina, apuntó entre muchos fines primordiales a la completa liberación de la Presidencia de Quito y a dotar de completa vida jurídica a la amplia circunscripción territorial que comprendía  Guayaquil en 1820.

Publicidad

Para cumplir los afanes de emancipación nacional, sin pérdida de tiempo Guayaquil integró la División Protectora de Quito, que el 9 de noviembre de 1820 en el sitio Camino Real de la actual provincia de Bolívar alcanzó un importante triunfo sobre el ejército realista que intentaba llegar aquí para desbaratar su determinante pronunciamiento.

En cambio, deseosos de materializar aquel gran segundo propósito sus máximos dirigentes llamaron a Colegio Electoral o Asamblea Legislativa para que comience sus labores el 8 de noviembre de 1820 en Guayaquil.

Publicidad

La convocatoria en referencia que incluyó la elección de diputados, cobró especial connotación por ser la primera Ley de Elecciones y, asimismo, las pioneras que con carácter de libres ocurrían en tierras del actual Ecuador, con igualdad de derechos a todos los individuos de esta provincia, sin tomar en cuenta su grado de instrucción, recursos económicos y otras novedades que pudieran establecer odiosas diferencias.

Reglamento claro y preciso

La Ley de Elecciones, que se puso en vigencia en octubre de 1820, tuvo concisión y claridad. Aquí sus principales disposiciones:

“1.- Que se instale en esta ciudad, como cabeza de Provincia, una Junta compuesta de los diputados elegidos por cada pueblo en la forma que se dirá.
“4.- Que todo juez de partido (ahora se los llama cantón), luego que llegue a sus manos la orden que le comunique el señor Jefe Político interino, convoque, en todo el partido, a todos los que sean cabeza de familia, para que, en el primer día festivo, elijan sus diputados, a pluralidad de votos, y que nadie sea rechazado.

Publicidad

“5.- Que el pueblo de Samborondón elija 2, Babahoyo 2, Caracol 1, Baba con Pimocha 4; Puebloviejo con Ventanas 2; Palenque 1; El Estero (actual Vinces) 1; Balzar 1; Daule 5; Santa Lucía 1; Yaguachi 1; Balao con la Puná 1; Machala 2; El Morro 2; Chongón 2; Colonche 1; Chanduy 1; La Punta (ahora Santa Elena) 2; Jipijapa 4; Montecristi 2; Charapotó 1; Canoa con Chone 1; Pichota (hoy Rocafuerte) 1; Guayaquil 16”.

Los comicios

Según el reglamento que se estableció, los jueces de partido que recibieron la orden del Dr. José Joaquín de Olmedo, jefe político, notificaron el particular a los jefes de familia para instruirlos debidamente.

Cada junta receptora de votos se integró con el juez de partido en representación de la autoridad civil, el cura por la autoridad eclesiástica y un cabeza de familia por los moradores.

Por lo general, se citó a los sufragantes en día feriado y antes de instalar las juntas hubo una ceremonia que incluyó misa solemne.

Después los sufragantes, en calidad de jefes de familia, se acercaban a la mesa en un recinto electoral que mereció el respeto de la comunidad por su significación.

Hubo limpieza en el proceso eleccionario, pues cada votante proclamaba en voz alta el nombre de la persona de su simpatía.

Guayaquil, la sede

Inmediatamente de su elección los miembros o diputados del Colegio Electoral se movilizaron a  Guayaquil, cabeza o capital de provincia.

Los diputados comenzaron sus labores el 8 de noviembre de 1820 y tres días más tarde, es decir el 11, aprobaron el Reglamento Provisorio de vital importancia no solo para la Provincia Libre de Guayaquil sino para la Presidencia de Quito, por su contenido ejemplar.

Los 57 diputados miembros del Colegio Electoral fueron intérpretes del espíritu democrático y libérrimo que caracterizó siempre a esta parte de la Presidencia de Quito.

Consecuentes, además, con el liderazgo y los principios democráticos que en todo instante puso de manifiesto el Dr. José Joaquín de Olmedo, lo nombraron presidente del Colegio Electoral y también presidente de la Junta Superior de Gobierno (junto con Rafael Ximena y Francisco María Roca), que sustituyó a una anterior de carácter provisional formada apenas Guayaquil se proclamó libre del dominio español.

La Junta de noviembre de 1820 quiso destacar la aprobación del Reglamento Provisorio; por ello decretó que el día 8 de noviembre se celebre en la capital (Guayaquil) y en todos los pueblos de la Provincia Libre. Ordenó que en la sala capitular de la Casa Consistorial (Ayuntamiento) se colocara la siguiente inscripción en grandes caracteres: Guayaquil Independiente en 9 de Octubre de 1820
Guayaquil Libre en 8 de Noviembre de 1820.

VALORACIÓN

Guayaquil proclamó su soberanía y autonomía el 11 de noviembre de 1820. La redacción y aprobación de su Reglamento Provisorio (Constitución) dio rotundidad al proyecto que gestaron e hicieron realidad los líderes de la ciudad, que pensaron no solo en el estado provincial sino en el nacional.

Hasta el 13 de julio de 1822 en que se mantuvo vigente, la Provincia Libre de Guayaquil fue el faro que iluminó el destino tanto de la Presidencia de Quito como de los pueblos hermanos de Sudamérica.