Los árboles ubicados en hilera en la calle Enrique Ortega Moreira e Ilanes, en Urdesa central, de a poco se recuperan. Hasta agosto de 2023, las especies tenían ramas secas y troncos ennegrecidos, para este año el panorama es diferente.

En aquellas ramas secas de los árboles de más de dos metros de altura hay pequeños brotes de hojas verdes.

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Si bien no están frondosos como hace cinco años, dicen moradores del sector, esta es una señal de que existe una recuperación de la plaga de la cochinilla.

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La cochinilla ha afectado gran parte del arbolado en Guayaquil. Estos insectos se adhieren a las hojas y absorben la sabia. El efecto: árboles que se secan en su totalidad y quedan solo en ramas.

En diferentes zonas de la urbe era notable observar los árboles enfermos con pequeños puntos como algodones adheridos a tronco y tallo. Eso se reflejaba, sobre todo, en especies samanes y en el norte de la ciudad.

“Creíamos que iban a tener el mismo destino que los árboles de la Kennedy, que los cortaron. Ahora parece que vamos a volver a tener vida en estos arbolitos”, señala Carlos Grau, quien vive en esa zona de Urdesa desde hace más de 20 años.

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En la av. Kennedy, por infestación de la plaga, se reemplazaron árboles en marzo de este año.

En Urdesa central, al igual que otras zonas de la urbe, se realizaron podas fitosanitarias, fertilización de árboles y endoterapia. Estas acciones se iniciaron en agosto de 2023.

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Este, sin embargo, no es el único sector con resultados palpables por la aparición de nuevos brotes sanos.

A lo largo de la av. de las Américas, los árboles añosos y que estaban secos también dan muestras de recuperación. Asimismo, algunas especies ubicadas en zonas del norte como Guayacanes y Sauces.

Laura Masache, moradora de la ciudadela de la FAE, indica que el nacimiento de las hojas verdes en los árboles se refleja desde finales de 2023. Esto luego de ver cuadrillas a lo largo del año realizando labores en especies secas.

En la av. de las Américas, en el norte de la ciudad, también se observan rebrotes en árboles añosos. Foto: Francisco Verni Peralta

“No había vuelta atrás, todo parecía muerto y ahora tiene vida. Ojalá Guayaquil de a poco se convierta en una ciudad verde”, manifiesta.

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De 2.800 árboles que existen en la ciudad, y que han sido sometidos a tratamiento contra la cochinilla, el 80 % ha reaccionado de forma positiva, indica el cabildo.

En el parque de la ciudadela Ferroviaria se ha logrado controlar la plaga en el 90 % de los árboles y los rebrotes se reflejan no solo en ese sitio, sino en zonas como la av. Carlos Julio Arosemena, av. Isidro Ayora, av. Vicente Trujillo, av. Domingo Comín, av. de las Américas y av. Barcelona, entre otras.

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En cuanto a la preocupación por los árboles aún enfermos, el Municipio está evaluando aquellos en estado necrótico que no respondieron al tratamiento de endoterapia y que han completado su ciclo de vida, para proceder con su reposición.

Además, el cabildo porteño lleva a cabo una constante reposición de árboles, sembrando cerca de 300 nuevos ejemplares mensualmente en diferentes zonas de la ciudad.

“Lo que nosotros en serio esperamos es que la ciudad tenga más espacios verdes, más árboles nativos y que estos estén bien cuidados”, señala Angie González, moradora de Kennedy Norte. (I)