Roberto Luque, el ministro encargado de Energía y Minas por el gobierno de Daniel Noboa, reveló la semana pasada que en Ecuador se implementaría la ‘estimulación de lluvias’ para aliviar la crisis de energía en el país.

Esta mañana, en una entrevista con Teleamazonas, indicó que esta medida estaría dando resultados “favorables”, y que se evidencia en la cantidad de lluvias que se han registrado en los últimos días. Además, señaló que el nivel de la crisis energética ha disminuido en esta última semana, en parte por una menor demanda de energía.

Estimulación de lluvia: bombardeo de nubes e ionización del aire, dos métodos para aumentar precipitaciones

“La eficiencia la estamos viendo en función de los estimados de lluvia que prevé el Inamhi (Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología) versus los milímetros de lluvia que se obtienen una vez hecho el tema de la estimulación de lluvia”, explicó Luque. “Está lloviendo un poco más de lo estimado casi siempre que se ha hecho esto. Cuando no se ha hecho, el estimado ha estado más en lo correcto”.

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Indicó también que están mejorando las cotas de los embalses, y que las pruebas de estimulación de lluvias continuarán. Por esta mejora en las condiciones, se dispuso que desde este jueves 2 de mayo hasta el domingo 5 no habrá cortes de luz.

Qué es la estimulación de lluvias que se está aplicando en Ecuador

Se trata de una técnica para precipitar la lluvia artificialmente en temporadas de sequía, y consiste en liberar moléculas de yoduro de plata en las nubes.

De acuerdo con Fernando García García, investigador del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático de México, las moléculas de yoduro de plata en las nubes producen partículas que generan cristales de hielo que forman gotas y caen.

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National Geographic explica que este mecanismo altera las condiciones microfísicas de las nubes, es decir, la cantidad y el tamaño de las partículas de agua o hielo en el interior de las nubes, para estimular la precipitación.

El proceso se realiza con aviones o cohetes, que liberan las sustancias químicas directamente sobre las nubes.

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El bombardeo de nubes, como también se lo conoce, lleva décadas desarrollándose y aplicándose en países de Europa, en Estados Unidos y en México, para asegurar las precipitaciones y el funcionamiento de las hidroeléctricas. (I)