El 11 % de las vías rurales de Santo Domingo de los Tsáchilas está asfaltado, el resto es de lastre y caminos de tierra

La provincia de Santo Domingo de los Tsáchilas tiene aproximadamente 3.000 kilómetros de vialidad rural. De estos, solo el 11 % de vías cuenta con asfalto. El resto se compone de caminos de lastre y tierra, lo que representa un desafío considerable para garantizar una movilidad segura y eficiente.

La provincia tiene una alta extensión territorial, por lo que enfrenta desafíos significativos en cuanto a su infraestructura vial. Para comprender la complejidad de esta situación, este Diario entrevistó a Johana Núñez, prefecta de la provincia.

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Núñez señaló que la Prefectura opera un cronograma vial diario que involucra hasta 50 máquinas en funcionamiento, estas incluyen volquetas, excavadoras, motoniveladoras, rodillos y tractores. Las máquinas se distribuyen en las 10 parroquias rurales, 7 comunidades Tsáchilas y 5 zonas de planificación especial.

Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos, la disponibilidad de maquinaria es limitada en comparación con la gran cantidad de atención que requieren las vías.

La prefecta señaló que en situaciones de emergencia, como derrumbes provocados por fuertes lluvias, la capacidad de respuesta se ve comprometida debido a la falta de recursos.

Un ejemplo reciente es el derrumbe en el sector de Alluriquín, que requiere la atención urgente de tres excavadoras durante aproximadamente dos semanas para restablecer el acceso vial.

Estado de los puentes y medidas de prevención

En cuanto a los puentes, se estima que hay alrededor de 300 en la zona rural de la provincia, de los cuales aproximadamente el 60 % se encuentra en buenas condiciones, según la prefecta.

Núñez dijo que en su administración trabajan para mantener estos puentes en óptimas condiciones mediante medidas preventivas, como el proyecto de desabsorción de ríos para proteger las zonas urbanas y rurales durante la temporada de lluvias. Este proyecto se realiza con el permiso correspondiente del Ministerio del Ambiente.

Además, indicó que se ha dispuesto una protección adicional de los muros de los puentes utilizando maquinaria disponible en la Dirección de Obras Públicas.

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La provincia ha enfrentado un considerable número de emergencias viales en los últimos meses, especialmente durante los periodos de lluvias intensas. Desde enero se han registrado alrededor de 190 emergencias.

La respuesta a estos incidentes obliga a la movilización de maquinaria y recursos hacia los lugares afectados. Por ejemplo, recientemente se respondió a un incidente en el sector de San Gabriel, Las Pirámides, donde un río crecido dañó el sistema de alcantarillado y cerró el paso.

Con respecto a la inversión en asfaltado de vías, la prefecta señaló que enfrentan limitaciones significativas debido a restricciones financieras.

La ejecución de proyectos de asfaltado se realiza principalmente a través de créditos otorgados por el Banco de Desarrollo, ya que el presupuesto disponible es insuficiente para ejecutar estas obras de manera independiente.

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En los últimos cinco años, se han asfaltado aproximadamente 80 kilómetros de vías en la provincia. Para este año, se ha aprobado un proyecto de 8 kilómetros en Las Delicias, Puerto Limón, con otros dos proyectos en espera de aprobación.

Sin embargo, la realización de estos proyectos depende en gran medida de la disponibilidad de financiamiento externo.

Ante la escasez de recursos financieros, se han considerado diversas opciones para mejorar la infraestructura vial, como la posibilidad de concesionar ciertas vías o instalar peajes.

Sin embargo, la legislación actual limita la colocación de peajes a un máximo de uno cada 50 kilómetros, lo que presenta desafíos adicionales en términos de financiamiento y gestión.

A pesar de estos obstáculos, Johana Núñez expresó que están comprometidos a seguir buscando soluciones para mejorar la infraestructura vial y garantizar la seguridad y movilidad de los ciudadanos de Santo Domingo de los Tsáchilas.

Mientras tanto, los conductores transitan con la esperanza de que los derrumbes y daños viales no trunquen sus viajes, en una provincia primordial para comunicar la Sierra con la Costa. (I)