Entre las cuatro enfermedades de transmisión sexual más comunes en el mundo se encuentra la sífilis, cuyas consecuencias se manifiestan en la piel y que pueden afectar a otros órganos si no se trata a tiempo.
Es una infección a causa de la bacteria Treponema pallidum altamente contagiosa, la cual suma millones de casos nuevos cada año, según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En este sentido, debido a la facilidad con la que se transmite (relaciones sexuales, transfusiones de sangre y transmisión maternoinfantil), muchas organizaciones centran sus esfuerzos en informar a las personas sobre cuáles son los síntomas.
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Primeros síntomas de la sífilis
En la primera fase de la enfermedad, el paciente presenta erupciones cutáneas (llagas) en el área interna y externa del pene, la vagina, el ano, el recto, los labios o la boca. Es decir, en la zona por donde la sífilis entró al cuerpo.
En la mayoría de casos, las llagas suelen ser firmes, redondas e indoloras, por lo que es común que el paciente no las note. Asimismo, pueden desaparecer entre las tres y seis semanas con o sin tratamiento, indica el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
Sin embargo, lo ideal es acudir al médico si presenta alguno de estos síntomas, para recibir tratamiento y evitar el avance a la fase secundaria, cuando el paciente presenta sarpullido en varias zonas del cuerpo.
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