Con moho y humedad, así está actualmente la escultura ‘Raíces de luz eterna’, en la calle Rumichaca

Con agua verde, moho, vidrios trizados y suciedad. La escultura Raíces de luz eterna, ubicada en las calles Rumichaca y Luque, centro de Guayaquil, actualmente tiene un aspecto lejano al de su inauguración en 2020.

Se trata de una escultura instalada debajo de tres capas de paneles de vidrio, sobre la cual las personas pueden transitar libremente.

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En su momento, la obra recibió fuertes críticas en redes sociales.

En la inauguración de la escultura, el 23 de julio de 2020, la entonces alcaldesa Cynthia Viteri se paró sobre la lámina para apreciar detalles.

La foto de la escena desató comentarios de rechazo, ya que algunas personas señalaron que dichas imágenes simbolizaban a los fallecidos por el COVID-19.

El cabildo, en su momento, aclaró que la obra se trataba de un homenaje “a la memoria de todos los soñadores que un día llegaron a la ciudad y ayudaron a convertirla en lo que es hoy”.

El espacio, concebido como una caminera de vidrio, ahora es evitado por los transeúntes, pues una parte del área de casi 200 metros tiene el vidrio cuarteado.

Su forma es irregular, a 30 centímetros de profundidad se puede apreciar a 16 personajes en fibra de vidrio y resina: hombres, mujeres y niños aferrados a las raíces de un árbol.

Luis Vinces, quien a diario llega hasta la esquina de Rumichaca y Luque para esperar un bus, señaló que las personas tienen temor de pisar cualquier parte del vidrio que cubre la obra.

“Ya unos meses para acá está como parabrisas trizado, como si le hubieran lanzado una piedra. La gente mejor no camina por ahí porque eso se ve peligroso”, refirió él.

En el subsuelo, las piezas que mostraban a personas pintadas de blanco y acostadas en el piso están con agua verde. El líquido las cubre casi hasta la mitad y desde allí emana un olor putrefacto.

“Esto tuvo problemas desde el 2020 cuando se inauguró, desde allí ya esto acumulaba humedad, pero ahora está fatal, todo verde y la gente con miedo de pisar”, refirió Beneplácito Vélez, quien vive en la calle Rumichaca.

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Para el morador, la obra no ha tenido el mantenimiento adecuado desde su inauguración. En la época de lluvias, manifestó, es cuando más agua se acumula en el sitio.

La zona en donde está ubicado el árbol, hacia donde las esculturas dirigen la mirada, también está deteriorada. La placa que muestra detalles de la escultura tiene la pintura desgastada.

Las luces internas alumbran poco y la mayor parte del día, el vidrio está empañado.

“Es una pena que esto que se puso aquí para darle vida al centro esté botado, ojalá lo arreglen o hagan algo, porque más allá del moho acumulado es un peligro”, recalcó Vélez.

Este Diario consultó al Municipio si existe un plan para intervenir esta escultura ubicada en el centro de la urbe y se espera una respuesta. (I)