Por Dr. Leonardo López GuzmánMédico alternativo Ms. SC. Q.F.

El ser humano en su proceso evolutivo o de creación es desarrollado para un ambiente determinado en el cual subsiste durante miles de años.

Aire puro, comida natural sin sustancias químicas, sin cigarrillo, sin el smog de las grandes ciudades y sin la presencia de campos eléctricos o magnéticos masivos. Nosotros en los últimos 100 años cambiamos completa y absolutamente el medio para el cual fuimos diseñados.

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Hace un siglo no existían cables de alta tensión cruzando frente a nuestras casas, no habían transformadores en nuestras manzanas, no teníamos torres para antenas de celulares, no teníamos microondas en nuestra casa... Todos estos artefactos crean radiación de campos electromagnéticos.

Estos campos actúan sobre nuestras células que tienen cargas eléctricas y también magnéticas. El estilo de vida que creamos basados en la electricidad da lugar a alteraciones en la funcionalidad de nuestras células, recordando que incluso nuestros impulsos nerviosos son eléctricos.

Enfermedades del sistema nervioso, cáncer, esclerosis y una serie de patologías diversas podrían ser el resultado. No necesitamos mudarnos a vivir al campo sin luz, pero sí generar cambios. No tener televisor en la habitación donde se duerme, no crea que porque lo apagó dejó de generar campos.

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No duerma con el celular junto a la cama, ni deje su laptop debajo de ella. En su casa coloque los tomacorrientes en una sola pared de cada habitación. Asegúrese de caminar descalzo sobre tierra o césped al menos una hora por semana, vaya a la playa. (O)