El día del nacimiento de tu bebé es un acontecimiento muy especial, pero también se convierte en una etapa en la que es importante que cuides de su salud. Esta inicia desde que está en el vientre.

Es esencial que te realices los controles prenatales para verificar el desarrollo del embarazo, detectar a tiempo cualquier anomalía tanto en el bebé como en la madre y reducir el riesgo de partos prematuros.

Hacerse ecografías, pruebas de VIH, síndrome de Down, prueba de diabetes gestacional son algunos de los procedimientos que las mujeres embarazadas pasan antes del nacimiento de su hijo.

Publicidad

De acuerdo a la pediatra Mayra Yungaicela, si usted está en la etapa cercana del nacimiento o desea tener un bebé es importante que conozca los exámenes médicos que debe realizarle a su pequeño después de nacer.

A continuación los exámenes, según las edades:

De 0 a 28 días:

Examen del grupo sanguíneo: Es la prueba que determina la compatibilidad del grupo sanguíneo de la madre con la del bebé. En caso de no ser detectada a tiempo la incompatibilidad, podría existir una anemia severa en el bebé.

Publicidad

Prueba Torch: Según Yungaicela, si el menor tiene alguna malformación o una característica anormal en su rostro, se realizan las pruebas del panel Torch, corresponde a las iniciales en inglés de toxoplasmosis, rubéola citomegalovirus, herpes simple y VIH. “Dependiendo de cuál salga positivo, podemos asociarlo a la malformación congénita o a la patología con la que nazca el bebé”, agrega.

Tamizaje neonatal: Según el Ministerio del Salud, el objetivo de este examen es la prevención de la discapacidad intelectual y la muerte precoz en los recién nacidos, mediante la detección temprana y manejo de errores del metabolismo. Con este procedimiento, que se realiza en el talón del bebé, se detectan:

Publicidad

  • Hiperplasia Suprarrenal (Discapacidad intelectual y muerte precoz).
  • Hipotiroidismo (Discapacidad intelectual).
  • Galactosemia (Discapacidad intelectual y muerte precoz).
  • Fenilcetonuria (Discapacidad intelectual).

De no ser diagnosticadas a tiempo producen retraso mental, anemia severa y otras anomalías.

De 1 mes a 1 año:

Biometría (lactantes menores): Evalúa el recuento de glóbulos rojos, su tamaño o volumen, hemoglobina, leucocitos, recuento diferencial, recuento de plaquetas, entre otros. Aquí se puede detectar anemia o cualquier virus (procesos infecciosos).

La doctora enfatiza que la lactancia en este tiempo es clave para prevenir enfermedades. Aconseja hasta los 6 meses de edad.

De 1 a 2 años:

Biometría (lactantes mayores): Este examen, además para detectar anemia, es más enfocado a las infecciones en las vías urinarias, donde se pide un cultivo (muestras de la orina). De acuerdo a la especialista, a esa edad es común debido al uso del pañal donde las heces del menor están en contacto con sus órganos genitales.

Publicidad

2 a 5 años:

Biometrías de control: Se realizan una vez al año con la consulta médica para saber cómo va el menor en su desarrollo interno y externo.

De 5 a 11 años:

Examen coproparasitario: En la etapa escolar es frecuente la presencia de parásitos en los niños, puesto que los menores, que no siempre están bajo control, pueden ingerir alimentos con sus manitos sucias, llevarse objetos a la boca o tocar sitios que no están limpios.

Es importante realizar este examen para evitar parásitos como los protozoarios (grupo al que pertenece la ameba). La prueba es mediante una muestra de heces. Una de las formas de saber que el menor tenga parásitos es que se rasque la zona afectada.

Tamizaje auditivo: De acuerdo al Ministerio de Salud Pública, este un examen previene o detecta tempranamente patologías auditivas en pre-escolares y escolares. Si ve a su hijo que no está escuchando bien, no necesariamente tiene que ser por mala conducta, afirma la doctora y recomienda realizar esta valoración.

Examen visual: Sirve para descartar o no el uso de lentes e identificar la presencia de miopía, estrabismo, hyperopia, astigmatismo. “Estos problemas se sabe cuando el niño no ve bien, quizás no está haciendo la tarea como debería ser”, ejemplifica Yungaicela.

Edades para los controles de peso y talla

Prematuros: una vez a la semana hasta que tenga el peso adecuado de 2.500 o 3.000 gramos / 3 o 3.5 kilos. Si nace con buen peso, una vez al mes.

Hasta el primer año: una vez cada mes.

De 2 a 5 años: dos veces por año.

De 5 años en adelante: Una vez al año.

El Ministerio de Salud Pública afirma que la nutrición en los niños también juega un papel importante durante los primeros mil días. Recomienda efectuar los controles para revisar su peso y tamaño, lo cual se encuentra ligado al desarrollo de la inteligencia del menor. (I)