Msc. Rafael Montalván Barerra
Especialista en lengua y literatura

Alumnos que siguen el Programa del Diploma, del Bachillerato Internacional, leen con vigor el grupo 3 de la matriz de obras literarias (un solo género). Eligieron novela. Al momento, en la UEPP Copol, por ejemplo, descifran ‘¿Quién mató a Palomino Molero?’, de Vargas Llosa; y ‘Crónica de una muerte anunciada’, de Gabo.

La lectura es comparada, o sea explorar aproximaciones y distancias entre ambas propuestas. De entrada, en el contexto de autor se advierte el carácter etnocentrista de los escritores respecto a estas novelas y su terruño. De Vargas se confirma la frase sostenida por él mismo: ‘Yo soy el Perú’: los abundantes peruanismos, toponímicos propios del norte peruano, sus demonios personales, culturales e históricos (teoría de contextos que él empleó en ‘Historia de un deicidio’); de Gabo, de la misma forma, se reafirma su identidad con su cuna mediante colombianismos, toponímicos y los consabidos demonios internos.

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Entonces, Vargas Llosa es Perú; Gabo, Colombia. En ambas novelas hay un muerto con violencia como consecuencia de una mujer amada en exceso.

En la novela de Vargas la muerte es por venganza y en secreto; en la de Gabo, la muerte es por honor y a vista de todo el pueblo. Palomino, que no cuenta con armas para defenderse, es asesinado por militares que poseen todo el arsenal para hacerlo; mientras que Santiago Nasar, dueño de armas de guerra poderosas, es destazado con ordinarios cuchillos.

En ambas acciones es evidente la indiferencia de Angélica y de Alicia que no se inmutan por esas muertes. (o)