Sus memorias fueron el punto de partida para crear Polvo, una pieza dancística de la bailarina Nathalie Elghoul, quien luego de cinco años de estar alejada de la creación por diversos motivos regresa –dice– con esta pieza que parte del deseo.

“Esta es una obra que nace realmente del deseo de volver a la creación de mi parte y del deseo de los bailarines de encontrar un espacio de creación”, cuenta la coreógrafa y gestora cultural sobre esta propuesta que es el resultado de indagaciones individuales y grupales con el tema de la familia.

Señala que no tenían al principio “una temática precisa, pero pasamos como un mes y medio con ejercicios de improvisación y en muchas discusiones, analizando imágenes, analizando situaciones, y así fue como llegamos a la intuición”.

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La artista cuenta que el proceso creativo de cada obra siempre es difícil. “Se fueron armando de manera fragmentaria y anacrónica historias de familia que fueron apareciendo desde estas indagaciones individuales como intentos de hilar la memoria y regresar un poco a esas presencias que existían dentro de nosotros (los bailarines de la obra)”.

Polvo, que se estrenará mañana a las 20:00 en La Fábrica, en Urdesa central (Guayacanes 215 y calle 2ª), cumplirá una temporada de funciones todos los viernes, sábados y domingos hasta el 17 de junio. La entrada tiene un costo de $ 10. (I)