Sin lugar a dudas el rock melódico, influenciado por el folk music de los años 70 y 80 del siglo pasado dieron como resultado una estética musical insuperable hasta el presente.

Y así, Ernesto Álvarez, en la voz, y Manolo Castro, en guitarra electroacústica, combinaron su talento en la av. Samborondón para ofrecer un programa musical excepcional empezando con Show me the way en registros altos no tan etéreos como el original, Peter Frampton, pero más enfáticos. Breakfast in America, de Supertramp, fue un dúo de voces cantando a California como la tierra prometida de los hippies. A veces hablada y a veces tarareada por Manolo a dúo, Alone again, de Gilbert O’ Sullivan estuvo perfecta para la voz de Ernesto expresando la meditación triste.

Ya en Just the way you are, de Billy Joel, y sus comentarios sobre la vida en Nueva York, Manolo Castro mostraba su habilidad magistral interpretando la guitarra mucho más allá del original. ¡Sorprendente!

Publicidad

En What a fool believes, de los Doobie Bros, un rock suave y folklórico, los registros de Ernesto estuvieron perfectos.

Con registros altos de Ernesto expresando euforia y felicidad y un guitarreo rítmico y melódico de un Manolo Castro más creativo interpretaron Happy man, de Chicago, mientras el guitarrista comenzaba a tararear la música cada vez más. Every breath you take, verdadero himno de rock clásico de The Police, fue vocalizado con autoridad reflejando la letra, verdadero himno a la posesividad.

Horse with no name, de América, ofreció una extensa gama de efectos de sonido en la guitarra continuados en Make it with you, de Bread, banda ícono de rock en la era hippie. Yesterday fue interpretada sin efectos líricos, pero Steal Away, de Robert Dupree, estuvo formidable en la voz suplicante de lo mejor de Ernesto Álvarez haciendo un dueto con Manolo Castro, absolutamente impecable, lo mejor de la noche.

Publicidad

Listen to the music de los Doobie Brothers, un clásico hippie, puso a bailar pegados románticamente a una pareja, y Love will keep us alive, cantada por Ernesto en registros altísimos, perfectos, mantenían hipnotizados al público todo con el mejor acompañamiento de Manolo en guitarra tocada de varias maneras al mismo tiempo.

Entre la voz (aguardientosa) para Do it again, de Steely Dan, y un guitarreo florido de Oye como va terminó un concierto de rock fino y memorable. (O)