Esta semana, la Organización Mundial de la Salud (OMS) lanzó un programa que busca eliminar de la cadena alimentaria a las grasas trans producidas industrialmente, a las que se atribuyen más de 500.000 muertes al año.

Uno de los objetivos del organismo es que los estados se comprometan a eliminar dichas grasas, responsables de muchas enfermedades cardiovasculares, y que son la primera causa de muerte en el mundo.

A este plan se lo ha denominado ‘Replace’ (reemplazar) y cuenta con seis acciones estratégicas para poder pasar de una cadena alimentaria con gran cantidad de grasas trans a una en la que no existan. Estos seis pasos son: revisar la situación nacional; promover el reemplazo por otras fuentes de grasas más sanas; legislar para prohibir las grasas trans; evaluar el contenido en la cadena alimentaria y los cambios de hábitos en la población; crear conciencia entre la población y los industriales sobre sus efectos perniciosos, e implementar la nueva legislación.

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La mayoría de estas grasas trans provienen de la bollería, papas fritas, snacks, margarinas y muchos más. (F)