El 10% de los casos de cáncer son niños, y muchos son detectados tarde; lo mismo ocurre con otras enfermedades, como la insuficiencia renal; es el caso de ‘Érika’, de 16 años, quien nació sin un riñón, pero recién lo detectaron hace seis, explica Mónica Saona, enfermera en jefe del servicio de Nefrología, del Hospital de Niños Fco. de Ycaza Bustamante.

“Lamentablemente nuestra cultura es así, no nos damos cuenta de la enfermedad hasta que las tenemos instalada, no hay control mensual, el ‘control de niño sano’ que se le decía antes”, comenta Saona, en referencia a la consulta médica periódica sin necesidad que haya síntomas de algo.

Llevarlos a consulta una vez al mes, durante el primer año de vida sería lo ideal, según Argenis Rojas, hemato oncólogo, líder de la Unidad de Hemato Oncología del mencionado hospital.

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Considera que los padres deben entender que el paciente pediátrico debe ir a consulta de manera precoz. En estas consultas periódicas, el galeno puede detectar anomalías imperceptibles, “puede ser el perímetro cefálico que no es el normal, a lo mejor es muy grande o muy chiquito, o el perímetro abdominal que está creciendo; o tiene el hígado, el vaso muy grande; o los testículos no están descendidos, son muy grandes, o no mueve bien las piernas, alguna cosa que llame la atención”, dijo.

“Solo van al médico cuando le duele la cabeza, tiene fiebre, tiene dolor, cuando tiene algo, esa parte de ir a la consulta de control de niño sano es lo que hay que estimular más”, concluyó. (F)