El estado emocional influye en el sistema inmune de las personas, por ende, también tendrá repercusión en el éxito o fracaso que tengan los tratamientos contra enfermedades, una de ellas, el cáncer.

“Hay muchos estudios que han demostrado que un estado depresivo aumenta el riesgo del desarrollo de un tumor”, explica el psicólogo Marcel Olivo.

“Si tenemos a un paciente afligido, depresivo, frágil, será vulnerable a la enfermedad, no solo al cáncer, a cualquiera... cuando los tratamientos como la quimioterapia, que son muy fuertes, requieren de mucha voluntad y energías de la persona, por ejemplo”, agregó.

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A eso le suma posibles desequilibrios emocionales o alteraciones en su conducta que pueden llevarlo a tomar decisiones equivocadas, como abandonar el tratamiento.

En este sentido, el acompañamiento también es parte fundamental en la recuperación, la presencia de amigos, familiares e incluso el estímulo del personal médico pueden ser claves durante todo el proceso.

“No es fácil asimilar el diagnóstico, tampoco afrontar la enfermedad, pero luego de superarla, más allá del hecho de haberse curado, la satisfacción de haber derrotado ese obstáculo tan grande es incalculable”, añadió Olivo. (F)