No son más de una decena, pero este puñado de grafiteros trabaja con empeño para dar vida a los sombríos muros de Ammán y sortear los tabúes de una sociedad conservadora para que su arte encuentre su lugar en Jordania. Desde que empezaron a aparecer, hace unos 10 años, los grafitis se multiplicaron en el centro de la ciudad y especialmente en Yabal Ammán y Yabal al Lueibdé, dos de los barrios más antiguos de la capital jordana, habitados principalmente por extranjeros.

Así, muros, aceras y las largas escaleras de piedra de estos barrios fueron llenándose poco a poco de animales, flores, plantas o rostros humanos. “Nuestra ciudad es linda, pero todavía se le puede dar más vida, color”, dice Suhaib Atar, el grafitero más conocido del país.

No obstante, muestra de que a este arte le cuesta imponerse como forma de libre expresión en Jordania, Suhaib Atar señala que prefiere no hacer referencias en sus grafitis a cuestiones políticas o religiosas. “Evito este tipo de temas que pueden impactar a algunas personas que aún no entienden este arte”, añade el estudiante con rastas de la universidad de Jordania.

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Suha Sultan, estudiante de Bellas Artes , comparte esta recomendación. Recuerda un día en que unos viandantes la desairaron mientras estaba inmersa en su pasión del arte callejero. “Dibujaba un gran retrato de un hombre de una tribu cuando unos transeúntes me dieron una lección porque estaba en una escalera rodeada de hombres y me preguntaron secamente sobre el significado de mi grafiti”, cuenta la joven.

En su opinión, Ammán está llena de espacios y muros sin espíritu. “Pero no es tan sencillo, porque para hacer grafitis se necesitan autorizaciones previas de la municipalidad o del propietario del inmueble y en la mayoría de las ocasiones nos enfrentamos a un rechazo o a la falta de aceptación de la sociedad”, explica. Así, poco a poco, el arte callejero se va abriendo camino en la capital. “Añade colores a esta ciudad en la que todos los edificios son parecidos”, celebra Phoebe Carter, una estadounidense que estudia árabe en el reino. (F)