Los niños son los más felices con las fiestas de Navidad y de fin de año. Forman parte de las cenas y de las actividades que se realizan en los hogares, pero la diversión se puede terminar cuando a uno de los pequeños le cae mal algún alimento.

El pediatra neonatólogo Iván Verduga indica que “la cena navideña, por las características de nuestras costumbres y la hora poco adecuada para los niños, eventualmente puede ser pesada”. Con él coinciden también los pediatras Alejandro Lara y Oswaldo Freire, quien también es nefrólogo.

Verduga afirma que podrían evitar estos problemas si toman ciertas precauciones: no comer demasiado previamente, sobre todo los dulces que se ofrecen en esta época.

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Freire indica que en la cena hay una sobrecarga de productos que entran en la composición del relleno, así como los condimentos para los alimentos que hacen parte del menú. Con este concepto concuerdan Lara y Verduga.

Lara señala que teóricamente el aparato digestivo de un niño que se ha mantenido sano al cumplir un año de edad está listo para digerir los alimentos preparados en el hogar.

Por su parte, Freire reitera que la mala digestión no presenta síntomas de inmediato en algunos casos y el infante podría desarrollar, a futuro, alergias por haber ingerido cierto tipo de alimentos antes que se desarrolle su sistema inmunitario a nivel del intestino.

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“Tenemos las llamadas placas de Peyer en las paredes del intestino que nos ponen en alerta ante los alimentos que no estamos todavía tan listos para asimilarlos y desarrollamos un mecanismo de rechazo que se hace ver a futuro cuando estamos comiendo algo y no nos cae bien”, explica.

Verduga señala que es recomendable que entre las 18:30 y las 19:30 los pequeños sean atendidos con un consomé, una sopa de fideos, un plato de cereales con yogur a manera de “tentempié” o galletas de sal con queso o algo semejante.

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En tanto que Lara sugiere que los menores de 6 años merienden a la hora habitual, de 18:00 a 20:00. “Un niño no debe trasnochar y además que el aparato digestivo no va a procesar bien los alimentos después de las 21:00. No recomiendo alimentar forzadamente a los menores de edad después de esa hora”, apunta.

Freire también señala que “los niños no tienen por qué cambiar su hábito alimentario, porque hay una costumbre navideña”. Agrega que es preferible darles una comida con la que estén acostumbrados a alimentarse.

“Si un alimento es consumido en horas de la noche su digestión va a ser más lenta y va a tener problemas nocturnos para asimilarlos bien (...)”, indica.

Lara recomienda en la cena el pavo y el arroz para los niños desde 1 hasta 4 años. “De 5 años en adelante es menos probable que sean de difícil digestión, siempre y cuando la ingesta sea moderada, por cuanto si es copiosa a cualquier individuo le causará indigestión”, comenta. (I)

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