Las frías noches lojanas, algo de gasolina y palillos para malabares con fuego son los compañeros ideales para Marcelo Vilca, un artista argentino radicado desde hace tres años en Vilcabamba (localidad cercana a Loja). Su eterna amiga, una bicicleta color verde, lo acompaña desde el pasado jueves hasta la calle Bolívar, en el centro de Loja, lugar que se ha convertido en el escenario de las diversas expresiones artísticas en off del Festival Internacional de Artes Vivas Loja (FIAVL). La segunda edición de esta cita ha convocado a 1.500 artistas nacionales y extranjeros.

En el sitio, Champu, como se hace llamar este hombre de las piruetas con fuego, empieza a compartir con el público varias anécdotas, chistes y vicisitudes por las que deben pasar los artistas que viven “de la gorra” y de cuán importante es el apoyo de las personas al arte callejero. Un pequeño altavoz y una nariz de payaso son elementos que acompañan su discurso que atrae tanto a grandes como a chicos. Como él cientos de artistas, tanto profesionales como novatos, se toman cada noche la extensa calle Bolívar, en donde además se puede ver a miles de personas pasear y apreciar las creaciones de cada uno de estos artistas.

Desde hace dos años aquella emblemática calle, que colinda con las plazas Central, Santo Domingo, San Sebastián, San Francisco y del Valle, luce más viva que nunca, dice Magdalena Conte. “Esta es una época del año que estamos de fiesta aquí en Loja y los niños pueden explotar el don del dibujo, pintan, cantan, aquí se reúnen, rapean, tocan guitarra, bailan. Es algo maravilloso lo que pasa en esta época”, refiere esta madre lojana que lleva a sus hijas Saray y Valentina a plasmar sobre la Bolívar con tizas de colores “sus más locos dibujos”.

Publicidad

Desde princesas, frases de amor, tributos a los seres queridos que ya no están, hasta elaborados retratos de personajes animados o figuras de la televisión y el cine se pueden ver en esta calle, que habitualmente soporta el tránsito local, pero que durante los días del festival es de uso exclusivo de los peatones. Las muestras de música de todo tipo, de títeres, de esculturas vivientes, de pintores son también los componentes de los recorridos de al menos diez cuadras. Además del arte, el público local y el turista pueden participar de conciertos gratuitos al aire libre con música de todos los géneros.

“Es una gran oportunidad para conocer toda la riqueza de Loja, su arte, su vida, si no, no la llamaran la capital del arte”, cuenta Patricio Reinoso, quien junto con su esposa y dos hijos llegaron recientemente de Estados Unidos a visitar a su familia en Loja y aprovecharon para ser parte de este encuentro que, según el ministro de Cultura y Patrimonio, Raúl Pérez Torres, busca convertirse en uno de los principales eventos del arte moderno no solo en el país, sino en la región.

El festival se mantendrá hasta el 26 de noviembre. (I)